Bienvenido a los tiempos de
Ascensión que estamos viviendo. La Tierra, así como las almas que la habitan,
están transmutando sus energías y elevando sus vibraciones.
Estos últimos años han sido tiempos de un Gran
Despertar que ha activado, cada vez más, los ADN de la materia individual para
avanzar hacia la manifestación de la esencia que cada uno es.
Nuestro planeta ha dado
grandes pasos hacia su activación. Las consciencias de los que nos encontramos
encarnados han hecho posible nuestra responsabilización de nuestra propia
existencia y la del planeta.
Nos encontramos en un proceso
donde las Divinidades piden paso en este plano dimensional. Hemos elevado sus
energías y nos dirigimos hacia la plena manifestación de nuestro ser.
Todos son aceptados. Todos
son respetados. La Tierra abre sus brazos para acogernos y el Cielo nos riega
con la bendición del Amor. Las semillas prístinas que nos encontramos en
tierra, solo podemos esperar lo mejor. Brotar y ver como nuestros frutos son
presentados ante la vida para ser degustados, y poder alimentar así, a parte de
aquellos que nos rodean.
¡Bienvenidos a los nuevos
tiempos! Tú tienes un lugar en él. Tu predisposición y tu coraje para seguir a
tu corazón te han llevado a tener un lugar en este nuevo mundo que ya ha
empezado a crearse. Todo se transforma. Una transmutación procedente de lo más
íntimo de cada uno. Los interiores se expanden y se purifican, así nuestro
entorno ve reflejado los resultados de nuestro proceso.
Cada vez iremos viendo más
los efectos de todo lo realizado hasta el presente. Todo nuestro trabajo
empezará a vislumbrarse con más notoriedad. ¡No desfallezcáis viejas almas!,
porque lo sentido durante tanto tiempo en vuestro interior, ahora debe de
empezar a ver la luz y llegar al fin de lo acordado desde el Hogar.
Son tiempos donde la vieja
energía ya no tiene razón de ser. Cada vez son menos los que deciden no
cambiar. La Tierra está haciendo una selección para poder instaurar los pilares
de la Nueva Existencia.
No estamos solos, ni nunca lo
hemos estado. Cada vez sois más los que podéis percibir estas presencias más
allá de lo terrenal. No debéis de temer, porque son parte de nosotros y
nosotros de ellos. Son seres llenos de Amor irradiándolo hacia cada uno de
nosotros. Nos guían, nos acompañan, nos aman y nos protegen de todo aquello que
no se corresponde según el camino a seguir cada uno.
Aceptadlos y abrid vuestro
corazón para dejar que sean parte de vuestra vida. Hablad con ellos y dejad que
os respondan, siendo una gran parte de sus transmisiones a través de vuestros
sentimientos y sensaciones. Veréis como lo que sentís estando con ellos, pertenece justo, a aquello que habéis sentido
en vuestro corazón durante mucho tiempo y queríais que vuestra vida avanzase
con este estado lleno de paz, sosiego y amor.
No estáis solos. Estamos
siendo acompañados por nuestros hermanos de la Luz, del Hogar. Abríos a ellos y
dejad que os ayuden en vuestro proceso.
En los tiempos que vivimos,
ellos tienen un gran papel para la Tierra y todos nosotros. Cada vez van
viniendo más seres celestiales para ayudar a este amado planeta en su proceso
de Ascensión. Nosotros somos parte de él, y por lo tanto, también recibimos las
bendiciones de sus presencias para, al igual que nuestro mundo, poder continuar
con la elevación de nuestras almas para la eclosión de nuestro verdadero ser
pidiendo paso: nuestra Divinidad. Este es el camino a seguir: dar los pasos
adecuados para conectar y manifestar, cada vez más, aquel quien en verdad
somos: Dios.
Son tiempos memorables para
todos los que vivimos estos instantes de la evolución de la Tierra. Todo se
está recolocando y nuestras vidas van dejando atrás el dolor, el miedo, las
resistencias y el querer controlar todo lo que vivimos. Estamos aprendiendo a
dejarnos ir, a confiar, responsabilizarnos de nuestra vida y a ser nosotros
mismos. Nuestro corazón nos habla y nos conduce hacia la vereda de la
liberación. El sufrimiento va quedando atrás debido a la consciencia que va
manifestándose cada vez más en las almas encarnadas.
Somos nosotros los
responsables de este cambio con nuestra nueva actitud ante la vida. El querer
ser nosotros nos ha llevado a abatir los muros de los miedos para permitir que
el camino a seguir pueda ser transitado por nuestros pies y nuestra alma.
Vivimos tiempos de grandes
cambios, no tan solo a nivel planetario, sino, sobre todo en nosotros mismos,
que es lo que produce los grandes movimientos en nuestro entorno (mundo).
Gracias, amada alma por estar
con nosotros en estos tiempos estelares y de gran resplandor. Tú eres artífice
de los grandes cambios que se están produciendo en nuestros días. Gracias por
ser y estar en el lugar y el momento adecuado dentro del proceso del ser
humano, dejando su humanidad para dar paso a aquel quien en verdad es:
Divinidad.
Que el Amor y la Paz sean en
cada uno de vosotros.
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