miércoles, 19 de octubre de 2016

Alma amada



El movimiento de mis pasos crea el silencio en mi interior. Sin necesidad de palabras, siento el susurro de mi corazón haciéndome sentir la esencia del universo en mí.
Siento la fuerza del silencio que nutre cada instante de mi existencia. Sencillamente soy, con grandes comunicaciones interiores con todos aquellos seres procedentes del Hogar del cual procedo.
Siento la Familia en mí y conmigo.
A veces, prefiero la soledad que el estar rodeado de otros seres que siguen su proceso, muchos de ellos todavía apegados a tiempos pasados y a una visión mental de la vida. Entonces, prefiero sentir mi esencia y permitir que la fuerza de mi presencia actúe sin más. Sin omisiones. El silencio puede llegar a llenar todo el espacio compartido con otras almas que siguen su curso.
Cuando sientes la expansión de tu universo interior, solo queda el aquietarse y sentir y sentir esta dilatación amorosa dentro de ti. Sobran las palabras, dando la fuerza  a tu presencia y valorando el poder del silencio en uno mismo.
Mi misión hace que tenga que estar con otras almas para poder realizar mi Plan Divino. Estoy emocionado e ilusionado con él. Lo acepto con todas mis fuerzas y anhelos. Es aquello que he venido a hacer y quiero realizarlo, siendo yo el primero en aceptarlo y dar los pasos pertinentes para que su realización sea con total plenitud.
He andado por diferentes caminos en mi vida, he vivido diferentes situaciones,  y llega un momento donde la vida ya no es como la veías o pensabas, tus intenciones dejan de existir para adaptarte al presente y a la guía de tu corazón.
Llevo tiempo siguiendo los pasos de mi interior. Hace tiempo, y cada vez más, mis hermanos de la Luz y el Hogar están conmigo para dirigirnos juntos hacia el sentido por el cual encarné. Nuestras presencias son intensas, amorosas y llenas de sabiduría, donde la respuesta a mis comunicaciones que pueda llegar a plantear o consultar, aparece en el instante ante mí.
En su momento supe de ellos, y ahora, con los años, ya estoy con ellos. Mi vida no tendría sentido sin sus presencias. Ellos y yo formamos una unicidad al servicio de la humanidad y el planeta. A veces tengo la sensación que incluso para más allá de nuestra dimensión.
Vivo en este plano terrenal, de la materia, y mi interior, todo mi ser, ya hace tiempo que no se identifica con lo establecido.
Ya no tolero la banalidad, la superficialidad de este mundo distorsionado por la visión de lo físico. Muchas veces ya no respondo a todo aquello procedente de lo banal. Mi silencio responde a todo ello.
Me encuentro viviendo mi proceso sintiendo, no pensando. Sentir me libera y me hace discernir el camino a seguir y la dirección a tomar.
Llega un momento que necesito estar conmigo para poder ver claro. Es en mi interior donde siento la paz, el sosiego, la serenidad y el amor para seguir llevando a término aquello que he venido a hacer. Procedo de una familia celestial, y ésta es la que me ha dado sustento a lo largo de estos años para poder llegar a todos aquellos de mi entorno que pueden llegar a necesitar una mano para volver a conectar con ellos mismos.
¡Gracias Hermanos por vuestra presencia en mi vida!
Es yendo a mi interior donde encuentro la puerta de mi ser y mi esencia. Yendo a mi interior conecto con la sabiduría del Hogar y la existencia albergada en mí.
Mis pasos me han llevado a este presente rebosando gratitud, serenidad y amor. He aprendido mucho sobre mí y sobre todo ser encarnado: su sentido, sus acciones, sus expresiones, su actitud y sobre el gran corazón que todos tenemos. Hay un gran amor en cada uno esperando ser manifestado libremente y con todo su potencial. Somos almas completas y radiantes, a la espera de ser reconocidas por nosotros mismos. El camino nos lleva a cada uno, al encuentro del verdadero ser que somos, de la Divinidad que somos.
Sigo avanzando entre la aceptación de la Voluntad Superior en mí, y para esto, a veces tengo la necesidad de no perder tiempo ni energía en las banalidades que sustentan mi entorno. Puede parecer que me aleje de todos ellos, pero lo que estoy haciendo, con toda humildad y fortaleza, es mostrar un gesto para que aquel que esté preparado, pueda aprender de él y darse cuenta de lo que es importante en la vida, y lo que no.
Tengo que decir que no me siento de este mundo, aunque esté en él. Soy parte de él por la misión a realizar, pero no mi esencia. Tengo la materia para expresar mi Divinidad en esta dimensión de lo físico, pero solo es temporal, porque aquel quien yo soy, somos, no pertenece a este mundo.
Sé que alguno de vosotros puede sentirse reflejado en algún aspecto comentado. El proceso continúa, y todos, absolutamente todos, llegaremos al día que sabremos de nosotros mismos y habremos conectado con aquel quien en verdad somos: nuestra Divinidad, Dios.
Escucha a tu corazón. Desde él sabrás lo que es importante y lo que no en tu camino. Hay la base, los pilares, y luego, todos los complementos para llenar este viaje que cada uno está realizando.
Aprender a discernir qué es lo que realmente es primordial en nuestro avance y lo que no, os ayudará a vivir desde la armonía del Hogar del cual todos procedemos.
En estos momentos, lo más importante es el alma y todo aquello que te haga llegar al conocimiento de ti mismo. Cuando más lleguéis a él, más bienestar habitará en vuestro interior y más podréis llegar a sentir el Amor en todo vuestro ser, tal como es, no como se interpreta en este mundo de visión mental y racional. Nada tiene que ver con la realidad.
Vivo agradecido por todo lo que me llega y se me da. Acepto cada una de estas bendiciones. Cada situación vivida tiene su sentido para la elevación del alma, por lo tanto, aceptad vuestro presente con el corazón abierto porque os llevará a vosotros y al entendimiento del por qué de lo que vivís.
Uno de los aspectos más importantes para llegar a uno mismo es el poner vuestra vida a las manos de vuestra Divinidad. Ella os guiará, os prevendrá cuando sea necesario y os protegerá, aunque la protección ya será en vosotros en todo momento por el hecho de iros conociendo, yendo a vuestro interior.
No hay mayor gozo y alegría que sentir vuestra verdadera esencia y el Hogar de donde procedéis. Vuestras almas están aquí temporalmente con una misión. En su momento volveréis al Hogar y allí sentiréis con toda vuestra plenitud, quiénes sois.
En estos instantes de gran evolución espiritual en este planeta que nos encontramos, dejo de poner mi atención a todo aquello que no se relacione con el alma. Son momentos que no nos podemos distraer porque la vibración planetaria va aumentando aceleradamente, y todos los seres encarnados que lo habitan, no pueden distraerse, perdiendo el tiempo en otros aspectos que no ayuden a elevar el alma.

Cada vez hay más almas que también van sintiendo su interior conectado con quienes son en verdad. Esto me alegra y me satisface porque veo como el Gran Plan Divino se está llevando a término.

Para finalizar estas palabras solo quiero dar las gracias a todos vosotros por ser y estar y alentaros a continuar con vuestro proceso para llegar a conectar con vuestra verdadera esencia, y así poder abrir una puerta del Cielo aquí en la Tierra. Todos somos seres amorosos y capaces de llevar la estabilidad y la armonía en cada rincón de nuestra vida y la de los demás.
Siendo tú, ayudarás a los demás.
Sintiéndote, irradiarás la energía necesaria para ayudar a aquellos que puedan necesitarla, estando cerca de ti o en la lejanía.

Gracias por todo, por todos y por mí.


Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros. 

2 comentarios:

ettorillo dijo...

Gracias amado Jordi por hablar desde el alma, desde la realidad interna y compartir tus medios de reconocimiento y contemplación.
Me aclaras, reconfortas y pones palabras en mi boca sintonizándose en sentires similares.
Te abrazo, honro y bendigo a la distancia.
Gracias por tu presencia y esencia.
Namasté

Jordi Morella dijo...

Gracias ettorillo. Gracias por tus palabras. Desde mi corazón, un abrazo también para ti.