jueves, 17 de diciembre de 2015

Esperar



Cuando esperamos, nuestra vida se convierte en un constante desazón y desconcierto, debido que vemos que nuestros anhelos no dependen de nosotros.
Cuando esperamos, nosotros dejamos de ser nosotros y nos convertimos en víctimas de una espera ilusoria de la impotencia de ver que nuestro entorno no reacciona según creemos. Todo se demora, y esta espera se convierte en eterna porque solo existe dentro de nuestra mente.
Cuando esperamos que los demás hagan lo que a nosotros nos gustaría que fuese, dejamos de ser nosotros para convertirnos en seres anulados y dependientes de aquello que no es. Nosotros creamos la espera debido a una visión distorsionada de la realidad, de nuestra realidad. Entonces, es cuando nos ponemos en manos de una situación ficticia creada por nuestro pasado a través de nuestra mente.
Cuando esperamos,……somos mente. ¡Somos pasado!
Esperar que la puerta se abra y entre quienes queremos.
Esperar que aquella persona cambie y entonces todo irá bien.
Esperar poder llegar a final de mes.
Esperar que las cosas cambien para una vida mejor.
Esperar es poner tu vida en manos de tu exterior.
La espera es un intervalo entre tu anulación y el responsabilizarte de tu vida. Estos momentos para responsabilizarte de tu mismo y de tu existencia, es cuando esperas y esperas, esperando que el resultado que sueñas se materialice ante ti. Entonces todo cambiará y tú podrás ser feliz.
La felicidad no depende de una espera, sino de una responsabilización firme de tu vida y de todo lo que vives en ella. Cuando te haces cargo de todo lo que vives, entonces empiezas a dar pasos hacia tu interior, no a depender del exterior. Este solo te lleva a la desesperación y al alejamiento de tu ser, cuando la consciencia no es presente en ti. Cuando esta empieza a aparecer, entonces, te das cuenta que tu exterior también tiene que ver contigo, y que muestra, en todos momento, aquello que tú sientes y eres interiormente.
Solo es un espejo de tu presente como alma que se encuentra en un estado en concreto.
Cuando no hay consciencia, la mente predomina, haciendo que tus miedos y el dolor de tu pasado aparezca y te haga ver la vida desde una visión distorsionada, por la cuantidad de filtros que has ido poniendo desde tu infancia. El pasado puede hacerte ver monstruos donde no los hay y precipicios en una playa serena y tranquila.
Esperar de una manera constante en la vida es padecer y mostrar la víctima que hay en ti. Estás creando un papel debido a la desconexión contigo mismo. Entonces, es cuando las sombras de un pequeño ratón puede parecer un gran monstruo que te persigue viniendo de los demás. Crees que lo que vives es debido a la presencia o ausencia de los otros, ignorando que eres tú quien ha creado estos momentos al esperar y hacer que los demás te resuelvan tu vida o en momentos determinados puedan complacerte sin más.
Esperar que las cosas sean como tú quieres es marcar un camino para tu propia seguridad, debido a los miedos que tienes. Hacer que todo sea como tú quieres es imponer una manera de vivir para tenerlo todo controlado y hacer que los demás estén “a tu servicio” para cuando te sientas mal o las cosas no te vayan como tú querrías.
¡No esperéis! No queráis que quienes os rodean reaccionen u os vengan cuando vosotros queráis, porque no es así como funcionan las leyes de la vida. Precisamente, estos momentos de no recibir una respuesta según nosotros querríamos, son la bendición que el universo nos da para darnos cuenta que nosotros somos la Fuente y la Salida de nuestras situaciones, no la de los demás.
Cuando no esperamos, nos responsabilizamos nosotros mismos.
Cuando aprendemos, despertamos y aumentamos nuestra consciencia, dándonos cuenta que todo lo que vivimos es debido a momentos anteriores nuestros y que todo tiende al equilibrio. Si todo el presente es debido a momentos anteriores, según los hayamos vivido, así será nuestro presente, por lo tanto, todo lo que nosotros ahora vivimos y de la manera que lo vivimos, así serán nuestros “presentes posteriores”. Nuestra vida es como el efecto dominó: poniendo todas las fichas derechas, una detrás de otra, y con el dedo tiras la primera, todas irán cayendo hasta la última. Será el efecto dominó, es decir, según el movimiento inicial, obtendrás unos resultados que te llevarán a momentos de más felicidad, cualidad de vida o no. Cuando más sientas tu esencia, el amor en ti, más amor y armonía recibirás de tu entorno, debido que es el decorado en el cual estás viviendo estos momentos por lo que necesitas vivir en tu vida actualmente.
No hay nada porque sí. Todo tiene un sentido, y los resultados que vayas obteniendo a cada paso son frutos de un pasado tuyo, de momentos anteriores con unas creencias concretas y una actitud ante la vida más abierta y sincera o de dolor y encierro. Todo depende de ti, porque TÚ ERES EL ÚNICO RESPONSABLE DE TU VIDA.
Aquello que te hace sentir mal, no es aquel o aquella que no han actuado bien, sino tu alejamiento de aquel quien en verdad eres. Cuando más alejados estemos de nuestra alma, más dolor crearemos en nuestra vida, y más dependientes estaremos de nuestro exterior, siguiendo las pautas convencionales, culturales, morales,….hasta llegar a la bifurcación de tu sendero donde tendrás que elegir entre continuar padeciendo y cada vez más, que en esto somos unos expertos; o en cambiar y responsabilizarnos de nuestra vida, dejando que el amor sea en nosotros y dando pasos para mostrar al verdadero ser que somos, y no el que nos han hecho mostrar con nuestro consentimiento.
Esperar es parte del proceso de la mayoría del ser humano. Con la espera, y el tiempo, podemos aprender a darnos cuenta de nuestro potencial y que no es necesario esperar, porque nosotros podemos materializar en el momento, a la vez que ya no pedimos ni controlamos, sencillamente SOMOS.

Que el Amor, la Paz y el Presente sean en todos vosotros.



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