jueves, 28 de mayo de 2015

La verbalización de un sentimiento

Hay veces que me resulta difícil encontrar una palabra que pueda definir un sentimiento concreto. Tengo que pensar qué palabra o palabras usar para poderos hacer llegar lo que uno puede sentir cuando está conectado con su verdadera esencia, su divinidad.
Aquello que habita en nuestro interior procedente de nuestra naturaleza prístina, no tiene una traducción racional para entender lo que se siente. Consigo a menudo, encontrar una palabra que se asemeja con la majestuosidad del sentimiento o sensación experimentada o sentida de una manera constante. No lo que pertenece a nuestra Divinidad tiene una traducción en la humanidad. Este es uno de los grandes regalos y obtenciones que podemos conseguir cuando nos adentramos a nuestro interior y nos encontramos con aquel quien en verdad somos. Las puertas empiezan a abrirse de par en par, y cuando cruzas el umbral de cada una de ellas, te lleva más lejos y te hace sentir, a la vez, la plenitud amorosa de nuestro ser.
Solo aquel que llega a él, puede llegar a sentir los más sutiles y álgidos sentimientos más puros y de alta vibración que  nuestro ser puede llegar a sentir. Somos Dios, y la esencia que hay en nosotros se libera de toda influencia humana para hacernos sentir la esplendorosa e inmensa capacidad de amar que nuestro ser puede irradiar. Absoluta plenitud cuando estamos conectados con nosotros mismos, cuando somos nosotros sin ninguna interferencia de nuestro pasado. Es en nuestro presente que podemos transcender cualquier limitación o techo en el cual hayamos creído hasta entonces.
No siempre he podido transmitiros en los mensajes de los últimos tiempos, la intensidad de lo sentido, porque cuando se siente, no hay palabras, solo presencia total de tu ser, como Fuente amorosa del universo que eres.
Alguna vez ya os he hablado de este aspecto. No podemos tener un conocimiento racional de algo que es etéreo y espiritual. No siempre lo perteneciente a nuestra verdadera naturaleza tiene una traducción para ser expresada.
Hay momentos y situaciones que uno ha de vivirlas. Esta experimentación le llevará a unos sentimientos. Cuando estos te crean la mayor paz que hayas podido imaginarte alguna vez, la plena serenidad, armonía y sosiego que un ser puede llegar a obtener, entonces, es que os estáis acercando a  aquel quien en verdad sois.
Cuando sentimos la Unicidad con la energía del Dios que somos, Dios y tú os unís siendo Uno, creando la absoluta Unicidad que habéis oído en algún momento.
No puede explicarse el Amor, pero sí lo que sucede cuando este se manifiesta. No podemos transcribir lo que es la pureza, y la simplicidad, pero sí darnos cuenta cuando la vemos manifestada.
No siempre los sentimientos pueden ser descritos con palabras, porque la esencia Divina en cada uno debe de ser sentida y experimentada, no sonorizada. Es en el silencio y la quietud donde podremos sentirla y darnos cuenta del sentido de nuestra existencia.
Solo sintiendo podréis entender estas palabras y la intensidad de nuestra naturaleza interior.
Sentid el Amor en vuestros corazones. Cuando así sea, todo vuestro ser liberará lo que fue para dar paso a quien es. Solo el Amor puede transcender nuestro ser y elevar nuestra alma.
Amor es la llave de un mundo mejor, el sentir la felicidad en nosotros y permitir que nuestro cuerpo se libere de toda densidad.
Amor no es una palabra, es el sentimiento de más alta vibración existente. Cuando sentimos “esta palabra”, el fondo de esta palabra, deja de ser forma para convertirse en divinidad manifestada. Cuando así no es, se malinterpreta y distorsiona según los intereses humanos de esta encarnación.
Sentir es el umbral de tu liberación.


Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros. 

jueves, 21 de mayo de 2015

Desde el Hogar

Amados, las puertas del Cielo ya se encuentran en la Tierra.
Durante años habéis esperado y esperado su venida, pero ahora, esta venida ya se encuentra en vuestro interior.
Cada una de vuestras células empiezan a resonar sus consciencias para unificarse y emanar el maná divino que sois.
Vuestro interior está dejando de ser aquel quien erais, para convertiros en aquel quien siempre fuisteis.
Es ahora, con el fin de lo exterior, que lo interior de cada uno abre las puertas de su manifestación según lo acordado. ¡Ahora ilumináis! Ahora empezáis a iluminar los caminos hacia vuestra esencia. Ahora es el momento de entender que lo vivido tuvo su sentido.
Es ahora, los tiempos que vivís, que Cielo y Tierra se unen para que la Voluntad Superior pueda manifestarse en vuestra dimensión.
Ya no hay motivos para lamentarse, porque el dolor irá quedando atrás a medida que vayáis sintiendo vuestra verdadera esencia en vosotros. Entonces sentiréis aquel quien en verdad sois, y cuando así sea, cada vez con más intensidad, el sentido de vuestra existencia empezará a manifestarse en la pureza, integridad, Luz y Amor.
¡Grandes momentos vivís en el ahora!
Todo el Universo sabe de vuestro proceso y hay alegría en nosotros.
Os honramos por estar donde estáis y acceder a la Intencionalidad Superior, a la cual todos pertenecemos.
Os animamos a continuar vuestro camino, a pesar de las dudas, los desconciertos o las supuestas inseguridades debido que os dais cuenta de la rapidez cómo está cambiando vuestra vida y no llegáis a percibir más allá de vuestro presente.
¡No temáis, amadas almas! No temáis porque aquel quien sois os guiará y os acogerá en los momentos más gloriosos de vuestro camino.
 Estáis siendo protegidos. No temáis.


Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros. 

miércoles, 13 de mayo de 2015

El dolor de vuestro presente

El alma desconcertada y perdida es la no consciencia manifestada.
Cuando sentimos el dolor de nuestros actos y la consecuencia de nuestro pasado en el presente de nuestra existencia,….tened presente que vosotros pusisteis la pasarela para llegar hasta este punto del camino como bendición de vuestro proceso para llegar a la consciencia.
Siento vuestro dolor interior. Veo vuestra impotencia para liberaros de aquello que altera la paz y el sosiego dentro de vosotros. No lo rechacéis. Aceptadlo como sabiduría inconsciente de vuestro ser para llegar a la Luz. No ignoréis lo vivido y sentido, incluso ahora en vuestro presente actual. Sabéis lo que no queréis. Cuanto más os centréis en ello, más se intensificará en cada uno.
Centraos en lo que vuestro corazón os susurra. Centraros en lo que sentís, porque será en este sentir, lo que os permitirá discernir entre lo que queréis para vosotros, y lo que no. Aquello en lo que os centráis, atraéis a vuestra vida.
Sentid la paz y el bienestar en vosotros. Sentid el Amor. Aunque para muchos de vosotras, amadas almas, no podáis llegar a sentir el amor en vuestro interior, no quiere decir que no lo tengáis. A veces me comentáis el desamor que habéis vivido en vuestra vida y de pequeñas, dulces almas. No temáis. No estáis solas.
No os centréis en lo que no queréis y que de buen grado os liberaríais. Centraos en lo que sí que queréis y en cómo os queréis sentir, hagáis lo que hagáis.
Ahora, en este presente es el momento idóneo para llegar a vosotros.
Empieza a sentir tu nueva vida y aquello que quieres irradiar desde tu corazón.
Aquel quien tú eres, llama a tu puerta.


Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros.

miércoles, 6 de mayo de 2015

El fin de los sueños

Durante encarnaciones, siglos, e incluso años en nuestra vida actual, hemos soñado. Necesitábamos soñar para podernos liberar de la situación vivida y alejarnos del entorno que nos rodeaba. Los sueños han sido como una válvula de escape para vuestras presiones e impotencia. Eran como un espacio donde os sentíais libres y con empoderamiento para sentir el bienestar en vosotros.
Sueños y sueños, donde a menudo nos alejábamos para estar solos o desconectábamos de nuestro hábitat y así poder sentir nuestra capacidad de crear un mundo nuevo, un mundo donde nosotros, por fin, podríamos encontrarnos bien.
Nuestra mente nos llevaba a delirar para sentirnos nosotros. Eran momentos especiales donde añorábamos una manera de vivir y nuestro interior pudiera encontrarse como en Casa.
Ahora os digo, amadas almas y hermanas de esta Gran Voluntad a la cual todas pertenecemos, que la hora ha llegado. Ha llegado el momento anunciado donde los sueños han llegado a su fin. Su hora ha finalizado.
Ya no necesitáis soñar para sentiros bien, sino Realizar para materializar lo que sentís en vuestro interior. Ahora se os da la oportunidad para que vuestro interior cree vuestro exterior.
Los tiempos que vivís ya no son de soñar, sino de vivir en acorde a lo que sentís. Esta es la gran bendición que se os concede para vuestra plena realización. Ya no necesitáis soñar pensando que ya no podéis vivir en un mundo donde sólo se encuentra en vuestro interior sino que este mundo ideal ahora lo podéis materializar. Ya no se conforma con estar en vuestra imaginación, sino que la imaginación que durante años tuvisteis, ahora es el momento de plasmarla en la materia. Vosotros sois los creadores de la nueva Tierra, de la nueva humanidad.
Todo lo vivido hasta ahora, os ha llevado hacia la manifestación del verdadero ser que sois.
El pasado se aleja y deja de influenciaros cada vez más. Ya no tiene la fuerza de antaño para gran parte de vosotros. Cada vez sois más. Ahora sentís el empoderamiento del Amor en vuestros corazones.
Los sueños ya no son pasivos, ya no forman parte de una desconexión con vuestro entorno, sino la emanación de la creación. Lo que fueron vuestros sueños forman parte de vuestra voluntad, en el presente, para crear la vida que sentís en vuestro interior.
Dejad que los sueños se alejen, como parte de vuestro pasado. Ya no son el espacio para fantasear, sino para crear el camino de vuestra alma.
Estos tiempos no son el período de querer y pensar que “quizás”, sino de poder y crear aquello que vuestra voluntad emana desde el corazón.



Que el Amor y la Paz sean en cada uno de vosotros.