jueves, 4 de diciembre de 2014

De los Archivos Akásicos




Como si estuviera en una gran sala llena de libros en inmensas estanterías, me dirijo sin pensar a uno de los lugares de esta “gran biblioteca” que son los archivos akásicos.
De repente se me acerca un ser con una fuerte energía y me pregunta qué busco, qué quiero consultar.
-         Un libro para transmitir alguna de sus palabras. El que tú quieras – le digo sintiendo su fuerte energía, y conforme no todos pueden leer aquellos libros cuando quieran.
Entonces, después de unos instantes de contacto energético de su energía con la mía para él recibir mi información vibracional, me dice:
-         Si necesitas algo me lo dices – sintiendo la sensación conforme puedo elegir cualquier libro de aquella gran Biblioteca.
Tengo la sensación de ser aceptado y ser apoyado, no tan solo por aquel ser, sino por los que rigen aquel espacio. (Pausa). Es inmenso. Allí se encuentra toda la información de la existencia, donde cada uno de nosotros tiene su lugar, su historia y su proceso vivido hasta ahora, incluyendo el camino a seguir a partir de nuestro presente. Toda la sabiduría existencial se encuentra en este lugar.
Me dirijo hacia unas estanterías y veo libros muy antiguos. Cada uno de ellos pertenece a cada ser encarnado o no encarnado. Todos se encuentran allí.
Siento la fuerte presencia del ser que se me acercó al entrar donde ahora me encuentro, pero a la vez, me encuentro seguro y aceptado, apoyado.
Voy andando viendo la cantidad de libros, de información que allí hay. Se respira sacralidad y protección. Están bien a salvo y resguardados de cualquier energía que no sea la adecuada para su mantenimiento y protección. No todos pueden consultar lo que estos libros albergan. Hay seres pero no encarnados. Parecen luminosos o translúcidos. Seres como guardianes de este lugar, revisan constantemente la energía que habita esta biblioteca akásica.
Voy andando por los largos pasillos de toda la historia habida y por haber. Finalmente, veo un grueso libro viejo que pone mi nombre. Es mi libro, mi existencia, puesto en perfecto orden según los parámetros de ordenación y seguimiento.
-         ¿Puedo cogerlo? – le pregunto a quien me asesora.
-         ¡Espera! Primero haz lo que has venido a hacer.
Me dirijo a unos estantes donde se encuentran las directrices de nuestra existencia (los humanos). Veo un libro que hace tiempo ya consulté y transmití algunas de sus palabras: “El libro de vuelta a Casa”. Es un libro pero como si fuera un apéndice de un Contenido Mayor. Todos los que se encuentran en estos estantes tienen que ver con nuestra existencia, con la presencia e historia de los seres que ahora estamos encarnados en estos momentos.
Voy a cogerlo y el Ser Asesor me sonríe, dando conformidad a mi elección. Ojeando al azar en diferentes páginas del mismo, voy leyendo fragmentos de su contenido:

1.       La ilusión que el humano puede llegar a vivir, pertenece a un estado de no consciencia que le llevará a un despertar para deshacer esta ilusión y activar la consciencia de la realidad.

2.      No hay deudas pendientes en el camino, solo la luz que te guía para llegar a ti mismo. Es en la luz que la evolución llega a la conexión del ser con su propia esencia. Lo que puede llegarse a conocer como deudas pendientes (karma), solo son las germinaciones de vuestro amor para poder regar la nueva semilla y sentir la paz y la plenitud de vuestra existencia en aquellos momentos. Una vez el alma sienta la armonía de su esencia, las deudas dejarán paso a la alquimia del potencial del propio ser.

3.      El fin que pueda anunciarse solo es el principio de lo nuevo en el interior de cada ser. Aquello que sientan elevará sus espíritus y unificaran sus presencias con la Fuente de la cual procederán. Los encarnados tendrán diferentes etapas, hasta su pleno apogeo espiritual, siendo los cambios más importantes aquellos que procedan de su interior, de la aceptación de sus existencias y el reconocimiento incondicional del Amor que son. No habrá finales  últimos, debido que la Voluntad Superior no tiene fin. Cada finalización comportará nuevos grados de aceptación y consciencia  hasta llegar a lo etéreo. Dentro de la no-materia, la disposición del ser hacia un servicio de ensalzamiento de otros niveles de vibración inferior, hará que su dedicación sea absoluta, sintiendo una mayor Unicidad con todo lo existente en su universo. 

4.      No habrá género en sus existencias innatas. Lo que conocerán como masculino y femenino serán las dos partes del ser que deberán de complementarse y aceptarse en uno mismo. Estas dos partes a nivel de materia serán vehículos para el acercamiento del ser hacia sí mismo. Todas las variaciones al respecto se manifestarán para que el ser pueda llegar a conectar con su verdadera naturaleza. En su estado prístino nada existe que pueda crear limitaciones, por lo tanto, no habrá dualidad en uno mismo cuando esté conectado consigo mismo. Lo masculino y femenino serán dos aspectos en uno mismo para llegar a la plenitud del ser. Cuando lo consiga, todo él brillará e iluminará a todas las almas que le rodeen. Será el equilibrio del universo allí donde esté. Será Fuente del Universo.

5.      A pesar de las diferentes tendencias de interpretación que se realizarán en el planeta de los encarnados de libre albedrío, solo existirá la Verdad, la pura Intencionalidad Amorosa por la cual fue creada. Solo el Amor regirá el camino a seguir. Las elucubraciones que se realizarán, se basarán en una mente racional que ralentizará el camino de aquel que quiera conservar lo que denominará la verdad. Esta se encontrará en el silencio de consciencia de uno mismo, y se mostrará en la presencia de la humildad y respeto que algunos seres manifestarán. No impondrán ni convencerán, solo se manifestarán y dejarán al libre albedrío de cada uno que decida si quiere ver la Verdad en sus presencias o no.   

6.      Lo que activará el proceso de los seres encarnados será el Amor. Será el único camino a seguir. Muchos se perderán por el camino hacia él, al obsesionarse por lo superficial del sendero. El verdadero Amor será la manifestación de uno mismo allí donde esté. Al final, el planeta de la humanidad resplandecerá, habiendo disminuido su población en los seres seguidores de su Luz interior. No habrá grandes maestros, solo seres conscientes que, desde su divinidad ensalzarán las existencias de todos aquellos que le rodearán. Así, cada uno de los habitantes de este planeta encarnado. El Amor será la plena manifestación de la divinidad que serán.

7.      Las desigualdades que se podrán crear, serán las limitaciones interiores de cada alma. No habrá desigualdades desde el alma, sino desde las mentes racionales de sus habitantes. Cuando aprendan a usar sus mentes, la racionalidad dejará de manifestarse, y sus mentes se convertirán en apoyo para sus realizaciones y armonizaciones. Dejarán sus raciocinios para dejar que sus vidas no sean guiadas por sus pasados. Cuando aprendan a darse cuenta del valor de sus presentes y la importancia de sus presencias en ellos, entonces las desigualdades empezarán a menguar, ensalzando el amor en cada desigualdad hasta hacerla Una con la Intencionalidad Superior, elevando a los seres que se encuentren en este camino. Las densidades desaparecerán porque el sentido de sus existencias habrán encontrado el camino hacia la Unicidad.

8.      No es importante lo que harán los seres desde su humanidad, sino desde su intencionalidad según sientan desde su verdadera naturaleza. La fuerza de su sentir abrirá los caminos, elevando a su planeta y a todos los que lo habiten. Cada uno será la fuerza para el otro. Cada uno será el camino del otro. Cuando vean que así es, cada uno individualmente empezará a dejar quien es según su bagaje, para manifestar el verdadero ser que es según su naturaleza. Lo humano dejará lugar a lo divino, y será desde lo divino que atraerán la Luz en ellos y acercará el universo a sus vidas; entonces,  el proceso de sus existencias avanzará desde el sentimiento, y no desde el raciocinio.

Siento y veo la presencia asesora en mi ser, a la vez que también me doy cuenta que me rodean muchos más seres de luz en relación al principio. Todos ellos parecen sonreírme. Vuelvo a mirar el libro que tengo entre mis manos, fijándome en unas líneas de la página derecha que tengo ante mí. Leo:

9.      Al final, cuando encuentren el sentido de sus vidas, se darán cuenta que este sentido eran ellos mismos, y todo lo que habrán vivido hasta aquel momento, habrá dependido de ellos según su libre albedrío. Este les fue dado para llegar a ellos y ayudar al universo, a otras formas de vida, donde este libre albedrío no existe. Al final, los seres que evolucionarán se darán cuenta que toda su existencia ha sido basada en el Amor, y que todo lo que habrán vivido habrá estado regido por el Amor, porque solo existe el Amor en el Universo. Cuando el ser humano despierte y acepte este Amor en ellos, dejarán su humanidad para dar el paso hacia su divinidad. Será en ella donde podrán comunicarse con otros seres más allá de su planeta y universo. Será en ella donde podrán crear un nuevo sentido en sus vidas encarnadas y transmutar la densidad en Amor, elevando la vibración de su planeta y sentir la plenitud de quienes son.

Veo que van rodeándome cada vez más seres de Luz, sintiendo sus presencias en mí y un gran Amor más intenso y puro en todo mi ser. Veo en sus “expresiones”, como si me alentaran a continuar un poco más con el libro.
Yo, voy pasando las páginas de una manera aleatoria, hasta sentir un impulso de parar. Voy a la parte final del libro, quedando pocas hojas para su finalización, que leo:
10.  Una vez conseguido la función por la cual encarnaron, volverán al hogar de donde proceden. Desde allí, ayudarán a otros seres, no todos encarnados, a elevar sus consciencias, sus vibraciones u otros tipos de energías que llegarán a necesitar para que la Voluntad Superior de toda la Creación sea realizada para ensalzar la energía del Amor. Será desde este Amor que los seres encarnados están y estarán Unidos con toda frecuencia de alta vibración, alejando y transmutando toda oscuridad existente para dar paso a un universo iluminado e irradiando esta frecuencia vibracional de una octava superior a todos los universos creados. La Unicidad será más fuerte e intensa.

-         Y nosotros estaremos con todos vosotros – me transmiten los que allí se encuentran conmigo. Continúan diciéndome: Ves a la última página y lee la última línea.
Paso todas las hojas hasta que llego a la última. Me doy cuenta que me encuentro en una página enumerada, como todas, que contiene muchas cifras. Dirijo mis ojos hasta donde me dijeron y leo:

11.   Lo vivido habrá sido por propia voluntad. Nunca estuvieron solos.

De repente me vienen ganas de llorar de la emoción y la alegría de lo leído. Miro a mis acompañantes y me sonríen.
Siento su Amor en mí, y mi propio Amor Uno con el suyo. Siento esta Unicidad nombrada en este libro que tengo en mis manos. Lo cierro y lo vuelvo a poner en su lugar.
Todo está en perfecto orden. Todo es armonía aquí donde estoy. Siento que es parte de mí y ellos me confirman que toda esta información, toda la que habita en esta “gran biblioteca” se encuentra en mí, albergada en mi interior, pudiendo ir a ella cuando lo crea conveniente.
-         Gracias por permitirme poder llegar hasta aquí y ojear nuevamente nuestra existencia. ¡Gracias!
-         Cuando llegas a ti, las puertas se te abren porque solo el Amor que sois os permitirá llegar a la sabiduría y plenitud de vuestra existencia – me comentan.
-         ¡Gracias! – digo nuevamente, sabiendo que cada vez, las puertas se van abriendo más de par en par.

Hago una respiración profunda y siento su Amor en mi interior, y el mío, como parte del suyo. Siento como si fuera parte de ellos y ellos de mí.


Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros. 

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