jueves, 22 de agosto de 2013

No son necesarias las palabras

 
Llega un momento en que las palabras ya no tienen ningún sentido de existir dentro del contexto de tu existencia. Te das cuenta de quién eres, cuál es tu esencia y la realidad de tu ser en esta dimensión en medio de un infinito firmamento.
Sobran las palabras.
Vives sintiendo.
Sabes sintiendo,….y aprendes sintiendo. Sólo el sentir tiene la magnificencia de existir.
Siento como la relación entre todos los seres del universo se basa en el sentir.
Sentir es información. Percibes aquel que se encuentra ante ti o te rodea. No necesitas las palabras para saber del otro.
Por más que hables, no siempre son escuchadas, y cuando lo son, te das cuenta que se perciben a medias. No siempre aquel quien escucha está preparado para recibir toda la esencia de lo que se transmite, todo y así, a veces es el vehículo para hacer despertar.
Las palabras tienen poca razón de ser cuando vives plenamente desde el corazón y sintiendo la perfección y belleza en todo aquello que te rodea.
No sé si continuaré hablando mucho más, porque la gente, cuando me escucha, más quieres. No son necesarias las palabras para ir al interior de uno mismo y darse cuenta de quién es. La plenitud y el bienestar no se encuentran en las palabras expresadas. Estas tienen un motivo de ser, y cuando llegas a ti mismo, entonces, empiezan a menguar. El silencio es el gran emergente en el ser cuando quiere saber de él mismo.
Hablar y hablar nos aleja de nosotros. Nos dispersa en querer manifestar un ego que nos priva llegar a quienes somos.
Sentir te abre las puertas de la plena realización personal. Cuando llegas a sentir aquel quien eres,…tu vida deja de tener el sentido que tenía hasta entonces. Uno encuentra el filón que alimenta a su ser, el verdadero ser que es. Sentir el Amor en uno mismo, es el mayor regalo que uno puede llegar a hacerse. Cuando se siente, el ego desaparece porque solo quedas tú i todos aquellos que te acompañan desde otras dimensiones para ayudarte a SER.
A veces me resguardo en mi interior y dejo de omitir cualquier palabra, porque esta es insignificante a lo que se siente.
 
Aquello que hace ruido, es una buena herramienta para hacerse notar.
Aquello que se encuentra en el silencio te abre la puerta de la realización y la comprensión de tu ser.
Aquel que se hace notar a voluntad, cierra las puertas de él mismo.
El sabio calla porque sabe que sabe.
Quien no sabe habla constantemente para hacer saber y convencer que sabe.”
 
Me siento bien conmigo, y por lo tanto no necesito alterar la relación en el silencio que hay entre yo y mi divinidad. Sentir esta intensidad inmensa dentro de mí es lo que da sentido a mi vida.
He vivido muchas situaciones para llegar hasta aquí, para haber podido encontrar el camino de aquel quien yo soy. Ahora lo sé. Ahora me deleito avanzando por él y sentir todo lo que se me ofrece. Solo soy. Solo estoy, y así, la Fuente que Yo Soy, se regenera y llena para continuar mi camino de servicio.
No necesito espacios concretos. Allí donde estoy, es el lugar adecuado. Allí donde me encuentro es el lugar perfecto en estos momentos. No podía haber uno de mejor.
La palabra tiene una función muy concreta. Debido a nuestra condición humana, se malinterpreta su uso y se hace servir en sentido contrario por la que fue creada y se nos dio.
Nuestra esencia divina tiene a su alcance una serie de herramientas que permite expresarse, siendo la palabra una de ellas. Muchos necesitan todavía de la expresión oral, reiterada, para identificarse con lo que se transmite.
Conozco la palabra. En su momento se me concedió este vehículo para llegar a muchos de vosotros, no sólo la palabra sonora, sino también la escrita. La Palabra puede ser manifestada de diferentes maneras. No dejéis que el sonido os llene la cabeza y la vida, creando un muro de distracción. Muchos todavía buscáis explicaciones racionales, palabras entendedoras para aquello que solo tiene sentido si se recibe y se hace desde el corazón.
La palabra, a veces, tiene más que ver con la mente;….el silencio, con el corazón. Este te llenará como nunca te lo has imaginado.
En el silencio puedes encontrar tus sombras, pero también la Luz y la satisfacción de Ser. ¿Quieres conocerte? No hables. Estos momentos te indicarán el camino a seguir. ¿Cómo te sientes? ¿Te sientes bien? ¿Te sientes inquieta, amada alma? Lo que encontrarás dentro de ti requiere no identificarte con lo que hasta ahora has estado viviendo.
¡Siente la plenitud en ti!
Siente el Amor y la Paz en tu interior, y te darás cuenta entonces, que lo que puedas vivir, no es importante, porque estarás preparada para hacerle frente desde la serenidad y la calma. Entonces te darás cuenta, también, cómo aquello que nombras como supuestas adversidades, los conocidos como problemas, no son tal cual, porque tu corazón te permite entender el hecho desde la no limitación. Tu mente no lo entiende y hace que te quejes porque las cosas no salen como tú quieres, pero tu corazón se alegra porque estás viviendo una bendición para tu alma (sea lo que sea),
Cuando aceptamos lo que la vida nos da y nos presenta, más nos predisponemos a aprender de la situación. Cuando así es, liberamos la energía bloqueada en aquel aspecto, porque nuestra actitud ante el hecho será de fluidez, calma, dándonos cuenta entonces, que aquello que nos pensábamos que era la “boca del lobo”, no era así.
La palabra nos puede ayudar si la sabemos utilizar adecuadamente, sino, nos puede hacer caer, todavía más, en una actitud de victimismo y dramatismo. Nada de eso es cuando se creó esta situación para nosotros. El corazón lo sabe, no así la mente.
A veces tengo como sensaciones que no debería de hablar tanto. Veo como aquel que quiere tiene a su disposición lo que necesita saber, no es necesario que se le tenga que decir una y otra vez, de una manera reiterativa, cuál es la dirección a seguir. Es como señalar la puerta de la felicidad, y a continuación viene alguien preguntándote por ella. La vuelvo a señalar, y alguien que ya me ha visto antes indicándomela, me lo vuelve a preguntar.
Por eso, a veces siento lo que siento sobre no hablar más. Todavía hay quien no presta atención. Entonces pienso: aquel que esté preparado, con una vez ya bastará. Los que no se han dado cuenta, es que todavía no están predispuestos a ser ellos.
¿Por qué la gente no aprende con el ejemplo del otro?
Mi presencia es cada vez más requerida en nuevos lugares. Me alegro por este hecho, pudiendo así, llegar a más almas que quieren encontrar la Luz en ellas. Sé que se necesita recordar i escuchar una y otra vez un mismo hecho hasta integrarlo en nosotros, por este motivo, continuaré haciendo llegar la PALABRA a todos aquellos que lo necesiten para continuar el camino. Todo y así, no dejaré de escuchar a mi corazón, que me indicará cuando ir a la maestría del silencio y comprender mejor los nuevos pasos dados o a dar para mi ser.
Entonces el Universo, el Hogar y Yo, seremos Uno desde el Amor.
Sentiré quien soy y me daré cuenta qué nueva palabra se requerirá decir y manifestar.
Por esto, ahora os digo:
 
Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.
 

 

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