miércoles, 24 de abril de 2013

Las alas

¿No te das cuenta que el tiempo te empuja?
¿No te das cuenta que te sientes impulsado a hacer cambios en tu vida?
¿Seguro?
Siente tu corazón latir hacia el despertar y la manifestación de su voz en tu camino.
Algo en vosotros resuena como no lo había hecho antes. Nuestro interior pide paso para elevar nuestra alma y sentir la magnificencia de quien somos en verdad, aguardando en el umbral de nuestra voluntad para que le demos el asentimiento de entrar y aposentarse en nuestra vida y así, poder volar hacia los confines de nuestra alma.
¿Todavía no tienes las alas? ¿Qué no te acuerdas que un día en el pasado las arrinconaste en el diván de la impotencia pensando que nunca llegaría este día? Pues bien, aunque hemos tenido que esperar “un tiempo”, ahora es el momento de ir a cogerlas y ponérnoslas a nuestro ser para empezar a volar según lo que hemos venido a hacer.
Ellas te van a llevar a la divinidad que hay en ti.
¿Qué no te acuerdas dónde las dejaste? No te preocupes, siente la calma y la paz de tu interior y aparecerá la luz que te guiará hacia tu volar.
Yo ya las tengo y veo como muchos de vosotros también, aunque algunos tengan que sacarle el polvo cada vez que practican el vuelo.
No os preocupéis. Es normal. La falta de uso hace que se encallen por momentos, pero cuando escucháis vuestro corazón y sentís la inmensidad de quiénes sois, ellas “se engrasan y engrandecen”. Sólo es cuestión de probarlas, sin miedo, y lanzarse al vacío de lo que sentís en vuestro interior.
Siempre habéis tenido las alas, vuestra voluntad y libre albedrío. Ellas os llevarán allí donde vuestra alma pactó en sus inicios con el Plan Divino Universal.
Ellas os llevarán al lugar adecuado según vuestro proceso, a la vez que os permitirán ir más allá de toda terrenalidad para convertiros en el ser divino que sois.
Cuanto más las utilicéis, más brillo e intensidad tendrán; más su pureza se manifestará para dar a conocer a todos aquellos que te rodearán el gran ser que eres.
Busca en el baúl de tu pasado dónde dejaste tus alas y seguro que todavía estarán esperando tu presente para volverlas a encontrar y adosarte a ti por lo que fueron creadas.
Cuando te las pongas siente la fuerza de tu interior para que cuando te des el impulso puedas llegar más allá de tu presente. Te darás cuenta, entonces, de la importancia de recordar quién eres, porque este recordar dará “alas” a tus alas.
Llegará un momento que ellas solas sabrán cuando alzar el vuelo y dónde llevarte. Tú solo necesitarás escuchar a tu corazón en el silencio y tu voluntad será llevada a término.
Todos tenemos nuestras alas que nos permitirán transmutar al ser que somos, pasando de la humanidad a la divinidad.
¡Juega con ellas! ¡Practica!, y déjate llevar allí donde ellas están en contacto con quien te creó. Eres parte de él, y tus alas saben del camino a seguir para llegar a él,….a ti.
¡Descuelga tus alas! ¡Cógelas y póntelas!, porque ha llegado la hora de volar, de sentir al verdadero ser que eres y el recordar el potencial que hay en ti.
A lo mejor empezarás a moverlas, pareciendo torpe en tus inicios, pero no te preocupes, porque al principio a todos nos sorprende y nos puede costar, pero cuando ya las mueves con cierta gracia y agilidad te darás cuenta lo fácil y placentero que es llevarlas y utilizarlas.  
Llegarás más lejos de lo que jamás hayas podido imaginarte. Tus sueños se harán realidad, y tu voluntad será la máxima expresión de Dios.
Cuando planees más allá de las nubes te darás cuenta de todo tu proceso y del sentido de la vida. Entonces sentirás el Hogar en ti, el Amor que siempre has sido. Sólo se necesita recordar, y cuando lo hacemos, aparecen nuestras alas.
¿Tú ya las tienes?
Vamos a volar juntos. Te acompaño.
 
(¡Ah!, por cierto, no es necesario tunearlas, porque cuanto más sencillas, más te elevarás.)
 
Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros. 

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