lunes, 11 de julio de 2011

Hablar por hablar (Reflexión)

Hoy me gustaría contaros un cuento, que quizás alguno de vosotros ya lo conozcáis.
Había unos discípulos que estaban discutiendo sobre unas palabras. Éstas decían así:

                     “Los que saben, no hablan;
Los que hablan, no saben”.

Cuando el Maestro entró donde se encontraban los alumnos, estos le preguntaron cuál era el significado exacto de aquellas palabras.
El Maestro les dijo:
- ¿Cuál de vosotros conoce la fragancia, el olor de una rosa?
Todos la conocían.
Entonces les dijo:
- ¿Hay alguien que me pueda explicar esta olor con palabras?
Todos callaron.

Así el ser humano en evolución habla y habla sin cesar, perdiéndose por el camino.
No escucha, y cuando lo hace, atrae hacia su visión de la vida y sus creencias lo escuchado. Cuando aquello que oye no concuerda con sus pautas mentales, empieza a cuestionarse las palabras que le han llegado, improvisando una nueva pregunta o un “décimo octavo ¿por qué?” sin antes reflexionar sobre lo oído.
Para nuestro proceso debemos de tener la mente abierta a cualquier posible “novedad” y dispuestos a reflexionar desde el corazón, entonces nos daremos cuenta de la Verdad oída y de su contenido aleccionador para el proceso de nuestra alma hacia la Ascensión.
Como dice nuestra historia de hoy:
                                                          “Los que saben, no hablan;
Los que hablan, no saben”.

Un abrazo y que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.

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