jueves, 23 de junio de 2011

Fragmento de una canalizacion

Me gustaría compartir hoy con todos vosotros un fragmento de una canalización realizada a finales del mes pasado. Tenía que ver con los momentos que parece que estamos como parados en nuestra actividad, en nuestra vida, pero que en el fondo, sabemos que todo está yendo bien, a pesar de que no se vean los resultados esperados.


Son palabras angelicales hablando a un ser humano en proceso hacia su divinidad.

Aquí lo tenéis con todo el Amor y el respeto hacia vosotros desde el Hogar:

- Ven al Hogar, hermano. En estos momentos “de espera”- como dices- ven a nosotros y encontrarás la paz y el descanso que necesita la Luz para iluminar con mucha más intensidad. Aquí te esperamos. Aquí estamos, como siempre hemos estado contigo y continuaremos estando. Ábrete al Hogar y siente su presencia dentro de ti. Eres parte de nosotros. Eres parte del Hogar donde toda alma que se encuentra en esta experiencia de la materia, pertenece.

- Tengo la sensación que son momentos de “dejar hacer” – digo.

- Normalmente así ha sido. Vosotros debéis de dar un “pequeño paso,” y el resto se desencadena por sí solo. Vuestras acciones desde el corazón no representan ningún esfuerzo; es cuando se realizan desde la mente que creáis energía de dolor, sufrimiento y desesperación. Debéis de tomar las decisiones cuando os encontréis en cada encrucijada de caminos. El resto del trayecto sois llevados. Cuando lleguéis a una nueva bifurcación del camino, volved a decidir qué camino seguir, y a continuación se os lleva y guía sin esfuerzo. Cuanto más esfuerzo queréis hacer, más interferís en la Voluntad. Dejad de controlar y querer que las cosas salgan como vosotros queréis. Confiad y tened la certeza, la fe, que lo obtendréis. Tened la sensación conforme ya lo tenéis, y el cómo y cuándo, no depende de vosotros. Dejaros llevar. Dejad que el Hogar os guíe para vuestro mayor bien y el de toda la humanidad. Tomaste decisiones. Éstas te están llevando a la recogida de unos frutos abundosos. Deja que crezcan para ser saboreados. ¡Sé el campesino espiritual de tu vida! Has plantado. Has fertilizado, plantado y regado. Cada día alimentas la tierra fértil para que dé sus frutos con el tiempo. Sabes cuáles serán éstos. ¡Deja que siga su curso! Por más que insistas, la semilla o el brote no crecerá más de prisa y mejor. ¡Liberaos del resultado una vez habéis tomado una decisión! Éste no os pertenece a vosotros. Pertenece a vuestra alma y somos nosotros quienes hacemos que todo sea. Cuando más entendáis este proceso, antes os convertiréis en la manifestación de vuestra divinidad. Ésta aparece cuando se fluye completamente. Cuando se abre el corazón y se siente el amor de vuestra esencia, entonces la mente, nada puede hacer.


Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros

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