domingo, 24 de abril de 2011

Son las 19:33

Miro el reloj y son las 19:33.     

La vida está llena de señales en nuestro día a día. Cada jornada te ofrece una oportunidad de comprensión de tu proceso y tu presente. Cada señal es presente, sabiduría a través de la forma: un periódico, un reloj, el portal de una casa, una película, un bebé o unas palabras escuchadas. El relleno espiritual de nuestra cotidianidad se expone ante nosotros como una gran parada de regalos y entendimiento para nuestro ser y nuestro avance hacia la Ascensión.
Tenemos todo el “material” para saber, sólo se necesita nuestra predisposición a abrirnos y darnos cuenta del contenido aleccionador de cada instante de nuestro caminar.
Con la Conciencia despierta nos daremos cuenta de las respuestas que nos formulamos a lo largo del día y la comprensión de en qué punto del proceso de nuestra alma nos encontramos.
Miro el reloj y veo el principio de la Maestría (19), de un período donde el Ser Crístico se manifestará (33). Es un SÍ CÓSMICO en relación a nuestras demandas y voluntad.
Abrámonos a la vida y adentrándonos en nuestro interior encontraremos la llave para abrir las puertas de saber qué hacer en nuestra vida, cómo estamos, qué sentimos y los ánimos del Hogar del cual pertenecemos para continuar el camino iniciado por propia voluntad.
La vida es nuestra aliada cuando nos abrimos para llegar a lo más hondo de nuestro SER y poder conectar y sentir nuestra Divinidad.
Es la hora exacta universal para entender los tiempos actuales.
Un nuevo inicio para dar paso al Maestro (19) que hay en nosotros, en cada uno, y dejar que el DIOS que hay en nuestro interior pueda ser manifestado (33).

Miro el reloj y son las 19:33
Es la hora de la realización y la plenitud.

Los tiempos del Amor ya han llegado.




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