domingo, 23 de enero de 2011

Cambios: nuevo camino a partir de ahora




He tomado decisiones en unos días hacia aquí.
He decidido no hacer más ciertas actividades y crear una de nueva que siento que es afín a mi nueva manera de ser y sentir. He definido mi obra a partir de ahora. Las energías son diferentes a como he estado actuando hasta el presente.
He decidido dejar el programa de radio a finales de enero, después de más de cuatro años en antena.
Ya no siento la necesidad de escribir como lo hacía hasta ahora y transmitir el mensaje de mis escritos de esta nueva vida y hacia donde nos dirigimos. Ya lo he hecho durante unos años, y ahora creo que ya he acabado esta etapa y empezar otra, donde probablemente mis artículos sean diferentes de contenido a como han sido hasta el presente.
Siento y siento mi interior, y todo lo que recibo como consecuencia de este sentir me empuja a transmitirlo a la gente, pero a través del Seminario, mi nueva gran obra. (Sé que no es mía del todo, porque mis hermanos de la Luz y Dios tienen mucho que ver con ella).
Siento una inmensa ilusión al sentir todo lo que siento. Tengo ganes de transmitirlo a aquellos de mi entorno que están dispuestos a escuchar y a abrir el corazón.
Transmitir la “Conexión Divina” es mi dedicación plena desde hace unas semanas, y sobre todo, desde que hemos empezado este nuevo año.
Un año que irá a más en relación a mi nueva actividad.
Un año donde el grifo de la actividad al servicio del Padre se irá abriendo cada vez más y mi presencia será requerida en otros lugares.
He tomado decisiones importantes. He sentido interiormente, con una fuerza e intensidad inusual, de aquellas que la vida te indica el camino de una manera muy clara para salir de la situación que te encuentras y poder llegar allá donde tu Voluntad quiere llegar.
Me he lanzado al vacío, siguiendo las directrices de mi corazón. Confío y creo firmemente con lo que estoy haciendo.
Conectar con la divinidad que somos y tenemos interiormente nos permitirá sanar y realizarnos. Hacer que el ser humano abra su corazón y se deje ir facilitará la Conexión con el Hogar y nuestros hermanos de la Luz. Hacer exactamente aquello que siento que debo de hacer y de la manera que lo debo de hacer permitirá llegar a muchas más personas que hasta ahora.
Jordi (yo), todavía se reprimía y controlaba el cómo decir las cosas y se adaptaba, de alguna manera, para poder llegar a la gente de su entorno. Esto hacía que no me mostrase tal cual sentía como lo debía de hacer, sólo en mis sesiones individuales. Ahora ya no sólo en estos momentos, sino que ha llegado la hora de hablar claro y como siento que lo debo de hacer. Ha llegado la hora de dejar de proponer cursos y talleres cuando no todos eran de mi preferencia.
El conocimiento se lo debe de buscar uno, y no por más que yo transmitiese todo lo que sabía llegaría a más gente y mejor, por lo tanto, lo que sé y se me ha instruido, a veces desde el mundo de la Luz, me ha servido para mí, para llegar a ser como soy. He cogido la esencia de lo qué he transmitido hasta ahora, y me he dado cuenta que lo importante es que cada uno conecte con el Dios que es y con esta conexión uno ya sabrá qué hacer y encontrará las respuestas adecuadas a su situación. Enseñar a pescar con la caña, haré que todos puedan alimentarse cuando lo necesiten y de la manera que sea necesario para sus almas.
Transmitir por transmitir, no todos lo han asimilado, y de esto me ha hecho darme cuenta a lo largo de los años. Mostrar el camino para obtener los resultados es la mejor manera de ayudar a alguien para recibir el alimento de los nuevos tiempos.
Todo el mundo puede ser sabio, si aplica el conocimiento recibido. Aquellos que quieran, pueden sentir la majestuosidad de su naturaleza divina, y desde este estado, crear según su alma.
Siento que no debo de dar de comer, sino enseñar que cada uno pueda conseguir el alimento que necesite según el momento.
El Seminario “Conexión Divina – La Sanación del Ser” es el camino hacia la auto maestría y la manifestación de la divinidad que cada uno es. Conectar con esta energía, Una con el universo, hará que nuestra humanidad quede en un segundo término, para Dios presentarse ante nuestro entorno a través nuestro.
Nuestra naturaleza espiritual será la que nos permitirá el bienestar y el gozo de vivir. Cuando más nos adentremos en ella, más nos daremos cuenta de quienes somos. Cuanto más seamos nosotros, al darnos cuenta de quienes somos, más nos dirigiremos hacia la finalidad de lo que hemos venido a hacer.
Conectando, dejando que Dios se manifieste en nosotros, la plenitud es absoluta. Sentir la divinidad de uno y dejarse llevar por ella, es disfrutar de la vida y entender los “por qués” de los pasos que das. Entonces, nuestra existencia toma el sentido que siempre hemos intentado buscar. Ahora sabremos.
Tú eres Dios. Cada uno de nosotros es Dios. Como tal, dejemos que se manifieste y no nos aferremos en negarlo y dirigir nosotros nuestra vida, controlándola desde una mente racional y querer hacer que las cosas sean tal como nosotros queremos y de ninguna otra manera. ¿Ahora entendéis del por qué de los problemas que tenemos, verdad?
Imaginaos que estáis en una barca en medio de un río. Las aguas tranquilas os llevan siguiendo el curso del río, justo donde sentís que debéis de llegar. Quien lleva el timón es Dios. ¿De qué tener miedo si Él sabe qué hacer? Dejaros llevar y disfrutar de lo que vivís. Vuestra vida sigue el camino adecuado. El Dios que hay en ti ya sabe qué hacer. Te sientes protegido, amado, aconsejado, alimentado y con una gran sensación de vigilia y paz. ¿De qué sirve decirle a Dios que no sabe llevar la barca porque tienes miedo de no llegar allá donde quieres llegar? ¿Por qué tantos miedos? Relájate y confía. Déjate llevar y te darás cuenta que tendrás al mejor patrón de barco que uno puede llegar a tener, y no tan solo eso, sino que a lo largo de todo el curso del río verás seres de Luz que te acompañarán a lo largo del viaje y que desde tu nacimiento ya han estado contigo.
Si pudieses ver y sentir todo esto, ¿seguro que todavía te preocuparías? ¡Claro que no! Entonces, empieza a cambiar tu actitud y tu visión de la vida, porque no estás solo. Nunca lo has estado y estás siendo guiado hacia tu mayor bien. Deléitate del viaje y reposa. En el fondo, sabes que más allá, quizás no muy lejos, hay la cala donde tu barca se detendrá. Entonces bajarás y te darás cuenta que todo lo que has vivido ha valido la pena, a pesar de que en aquellos instantes no eras consciente de la importancia de lo que vivías y cómo lo vivías.
Deja que Dios se manifieste en ti y disfruta de su presencia en ti. ¡Siéntelo! Y escucha a tu corazón que será la voz de tu sabiduría interior, de tu Yo Superior, como muchos también denominan a Dios. No es importante el nombre, pero sí el sentir su energía, su esencia. Ésta es única i inolvidable.
Deja que Dios-en-ti te lleve y relájate. Ha llegado la hora que tu vida coja el rumbo y el camino que has venido a hacer.
¡Siente! ¡Sé tú! ¡Sencillamente SÉ!

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