jueves, 9 de diciembre de 2010

Silencio, se levanta el telón

Los actores están preparados, centrándose en el papel que deberán de representar en la obra que ya ha empezado. El preludio ha dado pie a cierta tensión, concentración e ilusión a la vez.
El telón ya se ha retirado y tanto la plateo como el anfiteatro están llenos a rebosar esperando nuestra manifestación en escena. La luz es la adecuada y la intensidad del momento, plena.
Quienes nos rodean nos miran y están a la expectativa sobre la que será nuestra mejor representación. Aunque nosotros los actores y actrices no veamos a todos los que nos rodean, sabemos que están allá deseando poder deleitarse con nuestra presencia en escena.
Son momentos mágicos donde todos confían en nosotros. El público, de poder disfrutar de lo que verán y sentirán, y los que están encima del escenario, el poder realizar la mejor interpretación posible para poder llegar a todos aquellos que voluntariamente han querido asistir a la obra tan esperada.
Hacía tiempo que todos esperaban estos momentos. Por fin ha llegado la hora de escribir una página más de la historia de la humanidad. Todos somos actores/actrices y público a la vez. Todos esperamos de la otra parte la correspondencia para podernos realizar plenamente. Los ensayos han ido perfectos. Todo ha salido rodado para podernos estrenar como protagonistas de una gran etapa de la vida de este planeta de nombre Tierra y sus habitantes.
Todos somos protagonistas y público a la vez.
Todos tenemos un papel dentro de la gran auca celestial donde unos interactuaban con los demás y estos y nosotros, juntos, con el resto del mundo. La Gran Obra esperada está a punto de realizarse. El silencio es absoluto porque las luces del espectador, del entorno, han sido apagadas, y las del escenario se han encendido. Empieza a escucharse una suave melodía de fondo. Todos estamos a punto.
¡Qué gran momento! Todos nos encontramos en el lugar adecuado y el momento oportuno para poder ser partícipes del gran instante donde todos serán piezas claves del desarrollo de esta obra de arte procedente del mayor director jamás existido. Los personajes han sido elegidos acuradamente, y después de una minuciosa preparación, ahora dejarán ver su preparación por lo que tanto han estado trabajando.
Los mejores actores y actrices están a punto de salir a la luz de la escena y dejarse ver para poder hacer sentir y transmitir aquello por lo cual han estado instruidos.
Todos saben su papel. La obra está a punto de empezar. La música inicial ya está sonando para los oídos que escuchan y la emoción sintiéndose en los corazones abiertos que abrazan.
¡Todos a su lugar! La hora ha llegado.
No se volverá a repetir unos momentos tan intensos y deseados como estos. Ha llegado nuestra hora.
El ser humano se encuentra en el punto de su historia donde puede decidir en relación a su proceso. Muchos de vosotros habéis dado pasos hacia vuestro interior y vuestro corazón os ha hablado, llegándolo a escuchar. Habéis avanzado según os decía y habéis ido abriendo las puertas de la Ascensión de vuestra alma. Algunos habéis estado instruidos para sostener los pilares de la energía de nuestro planeta. Os habéis abierto y entregado a una función de servicio para el resto de los seres humanos. Habéis adquirido un grado de conciencia que os permitirá equilibrar las energías de la Tierra y liberar la densidad y la oscuridad existente hasta el momento. Otros habéis despertado a una visión de la vida que os hace más estables en el vuestro día a día. Muchos, la mayoría todavía, despertaréis del sueño en el cual habéis estado viviendo hasta el momento, dándoos cuenta que sólo era esto, un sueño, el cual no se correspondía con lo que habéis estado viviendo hasta ahora, después de muchos años.
Todos, absolutamente todos, nos uniremos y nos ayudaremos unos a los otros. Las edades desaparecerán y los corazones se manifestarán llevando la guía de lo que deberá de ser.
La gran obra divina ha iniciado sus pasos y todos somos protagonistas en mayor o menor grado, pero todos intervendremos en el momento adecuado para influenciar a otros y ayudarlos a llegar hasta el final de su despertar.
Habrá quien no querrá hacerlo. Vale la pena seguir la obra y colaborar con nuestra presencia de una manera consciente. Brotes de conciencia están haciendo presencia en muchos seres que ya se han librado al Gran Plan Divino. Todos participamos en él, aunque algunos hayan elegido el papel de seguidor. Nadie es menos que otro, porque en una Gran Obra, todos, de alguna manera, somos los protagonistas. Unos exaltan a los demás y los hacen resaltar más cuando ellos intervienen en escena.
La Luz ilumina todo el escenario de la Tierra, y a sus actores y actrices, la humanidad. Todos están recibiendo esta Luz que los hará despertar, aunque algunos se giren, dando la espalda para no verla, pero tarde o temprano, claudicarán a ella desde el amor y la necesidad de ser ellos.
Todas las almas están a la expectativa a este momento elegido. Hoy es el día.
Silencio, las puertas del mundo interior están dispuestas a abrirse para reconocer la maravillosa alma que hay en ella y el que le acompaña. La Divinidad está a punto de entrar en escena.
¿Dejarás que así sea? Nosotros te esperamos. Somos muchos más de los que ves. Muchos se encuentran en medio de la Gran Luz que permite realizar el papel de tu vida.
¡Ábrete! Déjate ir y disfruta del resplandeciente despertar de la humanidad y la sanación del planeta Tierra. Tú harás posible que así será, y que el público celestial pueda aplaudir largamente por la plena representación de esta vida creada en nuestra dimensión. Transmite tu amoroso interior y haz que llegue a quien está a tu lado. ¡Sé tú! Todos te lo agradeceremos y nos beneficiaremos.
Ahora nos toca entrar en acción a nosotros. ¡Vamos!

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