miércoles, 6 de octubre de 2010

Sentir


Me he dado cuenta que sentir es una puerta que te permite ir más allá de la terrenalidad. Te abre otras puertas al mundo espiritual y a la toma de conciencia de quien eres tú.
Sentir es una abertura para llegar a la plena integridad, conocimiento de uno mismo y a la conexión con el mundo espiritual y los seres que allí se encuentran. Es parte del ser multidimensional que eres.
Sentir es un trabajo de interiorización que te permite ser tú.
Sentir es darte cuenta de tu esencia y del amor que eres
Sentir es saber que Dios está en ti, que tú eres Dios.
Es darte cuenta que eres infinito y eterno, y que lo único que existes el Amor.
Sentir es abrirse a la vida y a dejarte acunar por ella teniendo presente las raíces de tu proceso. El hecho que a veces reacciones como lo haces, te sientes como te sientes, te permite tomar conciencia qué hay dentro de ti que te hace ser o actuar así en estos instantes.
Al ir a tu interior y abrazarte al silencio y la quietud, en el caso de la meditación, te abre las puertas del entendimiento y de tu majestuosidad.
Sentir el vacío interior y el firmamento en ti despierta los sentimientos más amorosos que hay en el ser humano. Exalta la esencia de quien se acurruca en el corazón de su interior.
Hay una serie de sentimientos más conocidos y asociados al ser humano, como el enfado, la ira, el resentimiento, la alegría, pero hay otros más elevados que nos acercan a nuestra divinidad. La intensidad de estos no pueden ser expresados con palabras para hacer saber lo que se siente cuando conectamos con ellos. Si tuviera que hacer servir alguna, podría ser majestuosidad y plenitud. Amor puro.
Lo que se siente en nuestra dimensión actual, los sentimientos quedan reducidos a la mínima expresión en relación a lo que podemos llegar a ser cuando nos liberamos de la dualidad. Al elevar las vibraciones de nuestras energías, cuando vamos ascendiendo en el camino espiritual, hay sentimientos que se van apartando de nuestro camino y apareciendo otros o un grado de intensidad para aquellos más sublimes y amorosos. A medida que vamos evolucionando, sentir alegría, gozo, majestuosidad, divinidad, amor puro e incondicional, un gran bienestar, paz, calma, tranquilidad de espíritu, harmonía, orden y unicidad con todo van apareciendo e intensificándose cada vez más, llegando a darte cuenta que tú como ser espiritual eres creador de tu vida y todo lo que te rodea. Vas aprendiendo a hacer servir la energía de manera adecuada, y entonces, es cuando, después de este proceso de crisálida, la divinidad que hay en ti se va manifestando con todo su resplandor. El sentimiento más grande que se puede llegar a sentir es el Amor, creador y equilibrados de toda vida y situación existente en el universo. Vives desde el amor. Piensas desde el amor y actúas desde el amor. Te dejas llevar por este sentimiento que vas notando a cada instante dentro de ti y sabes, a la vez, que estás siendo guiado, llevado y velado por los seres de las altas esferas de la Luz, siendo tú, uno de ellos.
Sentir es la puerta abierta a reconectar con nuestro equilibrio interior y percibir nuestra divinidad. Una vez nos hemos predispuesto y hemos dado pasos en esta dirección, entonces ya no querremos volver a atrás porque lo que sentiremos será grande, inmenso, creándonos una gran sensación de bienestar y querremos más. Si conseguimos liberarnos de las resistencias habidas en nuestro ser, llegaremos a columpiarnos en una vida entendiendo su sentido, y donde el gozo será presente a cada instante.
Esperanza, alegría, gozo, paz, serenidad, armonía, amor, aceptación y naturalidad serán sensaciones y actitudes integradas en nuestras células al abrir las puertas del sentir.
Aprender a sentir nos hará volver más sensibles y perceptivos y nos ayudará en la vida a prevenir, entender y amar.
Sentir el gozo de vivir es parte de nuestro proceso.
Sentirse amado estés donde estés y hagas lo que hagas es parte de nuestro proceso.
Sentirte uno con todos y todo lo que te rodea te hace responsabilizar de tu vida, porque haciendo tú, ayudarás a los demás. Siendo tú harás que los demás puedan ser ellos.
Sentir es un don que tenemos para acercarnos a los demás y saber qué hacer para ayudarlos cuando sea necesario.
Sentir es un canal de conexión con los seres que nos acompañan del Hogar del cual todos procedemos. Las puertas de tu espiritualidad se abren y podemos, entonces, comunicarnos con nuestros hermanos de la Luz.
Sentir nos hace sentir vivos.
Sintiendo llegaremos a Dios, a conectar y manifestar con la divinidad que hay en nosotros y somos.
Sentir nos unirá con el universo, el firmamento y todo lo existente.
Sentir desde la conciencia nos hará vibrar al notar con nosotros, el más elevado sentimiento, de más alta vibración existente: el Amor en su estado más puro e incondicional, más allá de lo que se puede sentir a nivel terrenal.
Sentir tiene que ver con abrir nuestro corazón, adentrarnos a nuestro interior, el camino del autoconocimiento, conectar con nuestra verdadera naturaleza y perder los miedos, al darte cuenta que tú no eres tú, que en todo momento estás rodeado de seres amorosos y que tu naturaleza es divina.
Sentir te permitirá gozar de la vida, entendiendo el por qué de ella y que tu verdadera naturaleza es Amor.
¡Abrámonos! ¡Perdamos el miedo a sentir! Y adentrémonos en el mayor viaje que uno pueda llegar hacer: a su interior. Nuestras conciencias despertarán y así podremos liberar al verdadero ser que hay en nosotros llamando a la puerta para manifestarse.
El camino del sentir te llevará al amor, y entonces ya nada temerás, porque Dios se manifestará en ti.

Que el Amor y la Paz sean en ti. ¡Siéntelos!

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