jueves, 30 de octubre de 2008

Salto en el tiempo

De alguna manera, la existencia del pasado, presente y futuro se encuentra a nuestro alcance a cada momento.
Vivimos en un instante y en un fragmento del tiempo, pero tenemos la posibilidad de ser en el pasado, o si queremos, en el futuro. Podemos desplazarnos por el intervalo del espacio/tiempo de la existencia. Puede ser la nuestra o no. Toda la historia vivida y la que ha de ser puede ser vivida por nuestra esencia a voluntad, sin desplazamientos, en un instante.
Podemos experimentar nuevamente nuestro pasado, vivirlo, así como nuestro futuro. Podemos ver lo que fue y lo que será. Podemos conectar con un mundo paralelo al que vivimos e ir al punto concreto de las coordenadas espacio/tiempo de toda la existencia y vivirlo y transformarlo.
El pasado, presente y futuro se pueden cambiar. Todo depende de nosotros. Para entenderlo mejor, quizás sea adecuado comentar “el efecto dominó”.
Todo lo que nos sucede es debido a unas decisiones tomadas anteriormente. Cada decisión tomada comporta unos resultados, un estado. Debido a la nueva situación, tomaremos nuevas decisiones. Estas nos llevarán a nuevas situaciones. Cada decisión que tomemos nos llevará a una siguiente, esta a otra, y así sucesivamente. Siempre nos encontramos en un punto debido a una postura o decisión tomada anteriormente. Estas decisiones siempre son personales y únicas. Somos nosotros los mecanismos por los cuales vivimos estos momentos actuales. Una decisión nos lleva a la otra. Si todas las fichas de un juego de dominó están de pie una al lado de la otra y tiramos la primera de la fila, todas las de detrás, irán cayendo también hasta la última.
Todo movimiento comporta dar un paso hacia algún lugar. Todos somos responsables de nuestros hechos. Si vivimos un presente, es debido que venimos de un pasado. Nuestra cualidad de vida viene dada por nuestra vida anterior al presente.
¿Cómo podemos sanar y cambiar nuestro pasado?
¿Qué somos? Estamos confeccionados de creencias, pensamientos, emociones y actitudes forjadas por tiempos pasados, diles infancia, juventud, adolescencia o “madurez”, aunque de esta última palabra hay mucho que decir.
Nuestro pasado es el sostén de nuestro presente. Si no nos gusta como somos, vivimos o actuamos, solo es cuestión de analizar y darnos cuenta que en algún momento de nuestro pasado dimos un paso donde sus consecuencias las estamos arrastrando hasta el día de hoy.
El pasado se puede sanar, y por lo tanto, cambiar. Nuestro pasado no tiene porqué atarnos. Podemos deshacernos de él para continuar viviendo como nosotros queremos y no como nos lo “han impuesto”.
Nosotros somos quienes decidimos en nuestra vida……¡¡¡siempre!!!!
El pasado puede “cambiarse”, al igual que el presente y el futuro. ¿Pero cómo podemos cambiar el futuro si todavía no lo hemos vivido? – os podéis preguntar.
El futuro será según las decisiones del presente. El pasado, en su momento, también fue presente, por lo tanto, todo depende del PRESENTE. Ahora tenemos el poder de decidir como queremos vivir y ser. Todo depende del Ahora.
El tener bienestar, paz interior y ser felices depende de nuestro presente. Nuestro pasado puede sanarse, al igual que el presente y el futuro. Todo depende de nosotros, de nuestras actitudes y decisiones. Somos nosotros quienes creamos el día a día, el cómo queremos ser y lo que queremos que la vida nos dé. Somos nosotros quienes atraemos lo que queremos a través de nuestra manera de ser y nuestras decisiones a través de la palabra, pensamiento y acciones.
Sanemos y dejemos que la Felicidad llene y rodee nuestro caminar.
Nosotros somos los responsables de todo lo que hacemos y somos. Responsabilicémonos de nuestros actos, de nuestras decisiones. Dejemos que la paz y el amor nos guíen. Podemos cambiar y ser felices. Aprendamos a tomar decisiones con serenidad y amor. El tiempo no existe en nuestro proceso espiritual. El verdadero poder se encuentra en el Ahora y Aquí.
Hagámoslo servir.
Tanto da lo que pasó o pasará porqué toda existencia ha sido debida a un aprendizaje y en un “Ahora”.
En estos momentos no es necesario revisar el pasado o pensar en el futuro, porqué lo que realmente cuenta y vale la pena, es el PRESENTE. Lo importante es como lo viváis ahora. El poder se encuentra siempre en el presente, en el Ahora. Ha llegado la hora que viváis este presente armonizados con vosotros mismos y la conciencia despierta.
Sed vosotros Ahora y Aquí, en todo momento, y abrid vuestro corazón. Vuestro mundo interior es mucho más extenso y lleno de sabiduría de lo que os podéis llegar a imaginar. Aquello que queréis saber os será rebelado.
Conocedlo y obtendréis la llave de la sabiduría y la verdad.
Todo depende de vosotros.

domingo, 26 de octubre de 2008

La Luz de las palabras (12)

"Preocuparse es utilizar tu imaginación para crear algo que no deseas."


Que paseis una feliz semana y que el amor y la paz sean en vosotros.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Iceberg


Paseando por el camino del bosque que se dirige a la cueva, me paré y me senté en unas rocas que se encontraban a mi derecha. Parecía encontrarme en un firmamento lleno de vida. Mis sentidos captaban los sonidos de los pájaros y las aguas del riachuelo que se encontraba unos metros más allá de donde me hallaba. Mi vida necesitaba un buen descanso después del camino realizado hasta ahora y recuperar y recuperar una etapa por la que tanto tiempo he estado planificando.
Sentado para absorber un sorbo de reflexión y serenidad, permití que mi esencia pudiera recuperar aquello que le pertenecía. La brújula me indicaba que la dirección que estoy tomando es la correcta, pero lo que no constaba es cuando llegaré. Esto depende de mi preparación y mis capacidades. Ahora me encontraba en medio de un trayecto dejando que mi mente y me corazón ser relajen y se llenen de la paz y la armonía de este lugar.
Llevo tiempo en el camino, y cada paso que avanzo me doy cuenta de lo mucho que todavía me queda para hacer, todo y así, a medida que voy avanzando tengo la sensación de encontrarme más cerca de lo que tiene que ser. Me encuentro en medio de un proyecto divino y yo soy pieza fundamental en la materialización del Gran Plan.
Cierro los ojos y abro mis sentidos pudiendo captar la belleza de mi entorno. Es curioso como con los ojos cerrados uno puede “ver mejor”. Uno se da más cuenta de todo lo que sucede en su entorno, en el lugar donde se encuentra. Cuando abres los ojos, a pesar del bienestar que crea lo que ves, no llega a corresponderse exactamente con lo que acabas de sentir. Sólo es una aproximación. Aquello que ves sólo es una parte de la plenitud que uno puede llegar a sentir, por lo tanto, nuestra visión física es una muestra de la gran belleza y magnificencia en la cual nos encontramos y somos. Cuando te encuentras ante un paisaje que te deja atónito por su grandeza y majestuosidad, piensa que tú eres parte de él y que eres mucho más de todo aquello que estás viendo. ¿Te das cuenta de cuánta belleza hay en ti? Cuando cierras los ojos y lo ves todo con los ojos del corazón, entonces puedes captar la plenitud el lugar donde te encuentras. Cuando sientes en tu interior y ves con los ojos abiertos, entonces te das cuenta que nada es lo que parece y que todo es mucho más de todo lo que has pensado hasta ahora. La vida que vives solo es una parte de tu existencia. Es como un iceberg, donde tan solo una novena parte se manifiesta en el exterior, pero aquella parte que ves está apoyada por una sólida base y unos buenos cimientos para manifestar lo que es.
Tu vida solo es una parte de lo que tu eres realmente. No te juzgues, no te critiques, y no te enfades, porque todavía no tienes todos los conocimientos que necesitas saber para darte cuenta de lo que está pasando. Cuando más te vayas conociendo, más entenderás tu existencia y el por qué de todo. Es necesario empezar a caminar hacia este sentido, y entonces nos aceptaremos más como somos y empezando a disfrutar más de la vida. Mientras no sea así, nuestra vida podrá tener momentos puntuales de placer, dando permiso la malestar para que reine nuestra vida, siendo nuestra sombra hagamos lo que hagamos.
Sentado en la roca que me encontraba sentía la plenitud de mi existencia en cada célula de mi cuerpo. Me sentía unido con lo que me rodeaba. ¡Había tanta paz! Sabía que debía de continuar. La sensación que tenía de unicidad, ¡¡¡era tan grande!!! Era parte de aquel rincón de la naturaleza. Suspirando profundamente me incorporé para continuar mi camino. Tenía un buen calzado y estaba preparado para adentrarme un poco más hacia lo que he venido a hacer al respirar por primera vez cuando nací.
Mis pasos seguían la dirección de mi destino. Sé hacia donde me dirijo y la belleza que voy observando cautiva y da coraje a mi fortaleza y a mi empeño para llegar a la plenitud espiritual.
La vida me sonríe cada vez más, a medida que avanzo, dándome muestras de la veracidad de mi sabiduría interior. Siento la fuerza de creación dentro de mi y no puedo hacer nada más que manifestar mi agradecimiento al Padre por todo lo que estoy recibiendo en estos momentos.
Avanzo según mi voluntad y lo que tiene de ser según la Intencionalidad Divina. Nada debo de temer. Todo lo tengo y nada me falta.
Un ser humano avanza por el camino siguiendo la voz de su corazón, confiando y abierto de corazón y espíritu, siguiendo la directriz de su sabiduría interior. A medida que se va alejando del lugar, su Luz se intensifica y su brillantez se hace más notable.

Tú eres este ser. Deja que tu corazón te guíe y reposa cuando lo necesites para recolocar las piezas en su lugar. Sigue aquello que tu corazón te dicte y no tengas miedo de tomar el camino que sientes que debes de seguir. Ha llegado la hora de mostrar al mundo tu plenitud y lo que has venido a hacer. Deja que todos vean al verdadero ser que eres.
Camina abrazado/a a aquello que sientes en tu interior y permite que el Amor que hay en ti allane tu camino.
Tú eres amor y la fuente creadora de lo que ha de ser.

lunes, 20 de octubre de 2008

La Luz de las palabras (11)

"Todo es energía. Todo es cuestión de cómo haces servir la energía. Todo se puede equilibrar porque todo es energía. "


Que paseis una buena semana y que el amor y la paz sean en vosotros.

jueves, 16 de octubre de 2008

Responsables de nuestra vida

Tiempo atrás oí a dos personas hablar donde una de ellas decía:
- Cada uno es responsable de su vida, por lo tanto, lo que le pueda pasar, ella lo ha querido.
- Así, si alguien se cae al suelo, ¿tú no le ayudarías a levantarse? – le preguntó alguien que escuchaba.
- Ella es responsable de lo que le pasa – le comentó nuevamente.

Muchas veces malinterpretamos las palabras que oímos y las llevamos a nuestro raciocinio, según la visión que tenemos de la vida. Esta conversación es un ejemplo claro de una mala interpretación de lo que debería de ser. Cuando se dice que uno es responsable de su vida no se refiere a “pasar de los demás” y dejar que el dolor se manifieste a nuestro entorno y nuestra vida.
Es cierto que cada uno es responsable de su vida. Somos seres espirituales, y como seres con una alma, esta necesita experimentar para continuar evolucionando, uno de los motivos de nuestra existencia. Como seres espirituales que somos al nacer, nuestro ADN ya contiene aquello, la información para lo cual hemos venido a este mundo. Por lo tanto, cuando nos encarnamos, nuestra alma ya sabe la dirección que necesita seguir para llevar a término para lo que ha venido ha hacer. Por eso somos responsables de nuestras vidas, porque de alguna manera, aunque no concientes, sabemos que hemos de vivir un tipo concreto de vivencias y situaciones que nos permitirán ser más nosotros mismos.
Esta responsabilidad está relacionada con la capacidad de amar. En el diálogo del principio, la persona que decía que no ayudaría a alguien a levantarse, estaba olvidando su capacidad de amar. Cuando interpretamos según qué palabras desde la mente, nos podemos convertir en un tirano, un ser frío y distante. ¿ ayuda esto a evolucionar nuestra alma recibiendo el amor que necesita? Por supuesto que no. Cada uno es responsable de su vida. Si lo entendiéramos desde el corazón, nos daríamos cuenta que es todo lo contrario de la argumentación de la persona que dijo esta expresión en la conversación inicial.
No nos podemos alejar de las relaciones con los demás. No podemos cerrar nuestro corazón y decir que “los demás ya se apañarán”. No es esto el sentido de la responsabilidad. Responsabilizarnos representa ser concientes de lo que nos pasa y de cómo todo lo que nos sucede es fruto, la mayoría de las veces, de decisiones tomadas anteriormente. Esto no quiere decir que si alguien se corta con un cuchillo tú no intervengas, como puede ser en un hijo o una hija, y tú no le cures.
Escucha tu corazón y sabrás qué hacer en todo momento. No podemos ser indiferentes a lo que sucede a nuestro alrededor. ¿Dónde está nuestra bondad? ¿Qué te dice tu corazón? Hemos de saber interpretar las palabras procedentes de la espiritualidad desde el corazón, no desde la mente.
La responsabilidad tiene que ver con el amor, el corazón, no con la mente, el ego.

domingo, 12 de octubre de 2008

La Luz de las palabras (10)

"Lo que es importante en la vida no se ve. Aquello que es importante se siente, no se ve. "
Tened presente que no siempre lo que vemos corresponde a la realidad, sólo és una manifestación de nuestras creencias.
Para saber el verdadero significado de lo físico, hay que prestar atención a nuestras emociones y sentimientos, a nuestro interior.
Lo que és verdaderamente importante en la vida no puede ser visto por los ojos físicos, sinó con los del corazón. Entonces nos daremos cuenta de la Verdad de nuestra existencia y lo que realmente da sentido a nuestra presencia en este mundo.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Las propiedades (palabra del Padre hacia sus hijos)

Vivís en un mundo donde se os enseña a pegaros a las cosas materiales, a poseer cuanto más mejor, pero no se os enseña a desligaros de todo aquello que adquirís y os rodea. Esto os hace mucho daño. Nadie os enseña a liberaros de la atracción hacia los aspectos físicos de vuestras vidas. No se os muestra la generosidad del Padre.
Pensáis en adquirir constantemente más y más, sin tener presente que todo lo que se os ha estado dado puede desaparecer. Eso os crea contradicciones y os hace enfermar el espíritu. Tenéis miedo, y nada peor que el miedo para aferraros a una realidad ficticia como son las pertinencias materiales. Sin ellas os sentís desvalidos, poca cosa, inseguros. Vuestro espíritu se tambalea constantemente, porqué cada vez más os aferráis al miedo, a aquello que os aleja de vosotros.
Es bueno tener prosperidad. Es bueno sentirse feliz y próspero. Ésta es la Voluntad del Padre. Rodeado de bienestar material no está apartado del camino que os lleva a la Verdad, pero ésta a menudo, se malinterpreta.
Cuando adquirís bienes como una casa confortable, un coche nuevo, una buena cantidad en vuestra cuenta del banco, a menudo, todavía queréis más. Aquí es donde radica vuestra enfermedad; en vez de ocuparos de otros aspectos personales relacionados con vuestro crecimiento interior, continuamente vais pensando en aumentar vuestro patrimonio físico. Os habéis atado a él y esto os aparta del camino.
Es bueno tener una comodidad material, pero debéis de recordar que tal como viene puede irse. Debéis de aceptarla cuando la tengáis, pero no debéis de aferraros a ella como la seguridad de vuestra vida. Cuando vengáis a Mi, estas posesiones no os servirán de nada. Lo dejaréis todo y sólo os recibiré con vuestra esencia. Debéis de aprender a desprenderos de vuestras posesiones. Debéis de liberaros del concepto de propiedad, porqué ahora lo tenéis, pero quizás mañana lo perdáis todo. Nada terrenal es vuestro. Todo es efímero, temporal.
El ser humano está enfermo. Su alma camina por terrenos que pertenecen a la locura. Habéis cambiado el significado de la vida. Debéis de abrir los ojos del corazón y dejaros llevar por él para poder conectar, nuevamente, con vuestro camino.
Sois espíritu, pero todavía sois pocos que lo sabéis. Las sombras de un ficticio bienestar material ofuscan la Verdad. Hay niebla en vuestro camino, prefiriendo andar por la oscuridad que resguardaros en vuestro interior hasta que aparezca la luz en vuestra vida y podáis ver cual es el verdadero camino a seguir.
No soy Yo quien os ha traicionado. Vuestra alma está enferma y solo de vosotros depende el curarla. Predisponeos y abrid vuestro corazón.
La felicidad se encuentra en vuestro corazón, no en el dinero.

lunes, 6 de octubre de 2008

La Luz de las palabras (9)

" Maestro es aquel que se avanza en la vida para indicar, después, el camino a seguir a los demás".

miércoles, 1 de octubre de 2008

Ser libre

El ser humano vive inmerso en un ritmo y costumbres de vida, que con los años le han ido marcando una manera de pensar, actuar y vivir. Continúan pasando los años y aquello que se le inculcó debido a los condicionantes de su entorno familiar y social, ahora está integrado en cada una de sus células. La identificación es tal que uno llega a ser su entorno, no él mismo. Hay quien se resiste a aceptar lo que ve y oye, y éstos toman una actitud de encierro y rebeldía con que le rodea. Tampoco llega a ser uno mismo.
Éstos últimos se definen como libres, pero su actitud no así lo manifiesta debido al estado de defensa para que su exterior no le invada y le altere, sintiéndose mal y “descolocados”. Uno llega a encerrarse en sí mismo para no ser atacado y herido por las influencias externas.
Con el tiempo llega a acostumbrarse a este estado interior y actitud ante la vida, consiguiendo sentirse bien debido que “está siendo él/ella”. Esta defensa está basada, generalmente, en el resentimiento, la ira i un dolor vivido en su infancia, juventud, o en otro momento de su pasado. La rebeldía solo es una actitud externa para no dejarse manipular por aquello que ve que no es lo correcto para uno mismo. Esta incomprensión del por qué “los mayores” quieren que haga esto o aquello, hace que la persona se encierre en sí misma y adopte la actitud de ataque, contestación o indiferencia, depende de cada uno.
Se crece más teniendo presente en no caer en lo que hacen los demás, a la defensiva de lo que le puedan llegar a decir o inculcar, y no en ser realmente uno mismo. Lo primero crea dolor, porque representa lucha. Lo segundo representaría bienestar, porque sería una actitud de naturalidad. La primera postura es la intervención de la mente; mientras que la segunda, la manifestación del corazón. ¿Quién es más libre, el primero o el segundo?
Debido a la incomprensión, falta de afecto y estima de pequeños, la persona, a medida que va creciendo va cerrando su corazón, llegando a encarcelarlo de tal manera que se ha perdido la llave para abrir el candado con el que lo ha encerrado. La persona se vuelve dura, a la defensiva constantemente en la vida, para no dejarse manipular, queriendo hacer siempre aquello que ella quiere y aferrándose a sus ideas, aunque éstas sean limitadoras. Todo y así, el ser humano se adapta a todas las situaciones y es capaz de vivir con el dolor integrado en sí mismo sin darse cuenta hasta que cambia de actitud y entonces se da cuenta que “ahora se siente mejor, más relajada y con un mayor bienestar”.
Esta situación podría representarse como la metáfora de un huracán.
La persona se siente amenazada por él (entorno). Llega un momento que éste le atrapa y padece por lo que vive, Toda su vida es un desconcierto y no llega a controlarla, hasta que llega a un punto que se adapta a la situación poniendo un poco de orden. Ha llegado al centro, al ojo del huracán. Aquí parece que haya calma y la persona se siente mejor. Parece como si ya hubiera puesto orden en su vida y todo fluyese, pero lo que no sabe esta persona, es que se encuentra encerrada en medio del huracán. Se ha encerrado en su misma. Ha cerrado su corazón sin darse cuenta, pero los miedos, la rebeldía, todavía continúan allí con ella. Allí donde va el huracán, allí va ella para no salirse del centro donde parece que todo lo tiene controlado.
El ser humano está atrapado. Cree que es libre, pero su miedo le impide manifestarse tal como es. El dolor de su pasado es tan grande que se ha encerrado en sí mismo y por eso no quiere salir del ojo del huracán. Su aparente libertad le oprime su corazón cada vez más, hasta que la vida le da una oportunidad para que deje su dolor y sea libre de corazón.
A veces nos creemos que somos libres, pero solo nos encontramos dentro del huracán. Tenemos miedo de salir fuera de él porque no conocemos lo mejor que nos depara la vida, porque nunca hemos sentido el verdadero amor en nosotros. Nos da miedo abrir nuestro corazón y sentir la plenitud de lo que es amar y sentirnos amados, sin condiciones, justo como nosotros siempre hemos soñado que nos amaran.
La libertad se encuentra fuera del ojo del huracán, no en su interior. La libertad aparente es un estado falso que nosotros lo identificamos con la realidad, cuando ésta es otra muy distinta. ¿Quieres conocerla? Abre tu corazón y no tengas miedo de lo bueno que la vida te tiene preparado para ti.
Muchos seres viven engañados dentro de su mundo, su ojo del huracán. Piensan que son felices y que por fin se sienten bien, pero cuando alguien les propone dar un paso más hacia su felicidad, a menudo, depende de su grado de encierro y dolor recibido en su pasado, lo rechazan, padeciendo todavía más en su vida. Luego dicen: “¡con lo bien que yo me encontraba, y ahora éste, o esta situación me descentra!”.
No os engañéis porque la verdadera felicidad no se encuentra en el encierro, sino en la apertura de vuestro interior sin condiciones. Abriendo vuestro corazón llegaréis a percibir el mucho amor que os rodea y está ahí para vosotros. Solo abiertos, podréis daros cuenta de él. Mientras queráis interpretar vuestro entorno desde vuestro dolor interno, distorsionaréis la visión de la vida y os crearéis más dolor, resentimiento, cerrándoos más todavía.
Dejad que el amor sea en vosotros y salid del ojo del huracán. Tendréis que dar un paso firme para limpiar el dolor de lo que fue en vosotros, pero ahora nos encontramos en unos nuevos tiempos llenos de materialización, amor y felicidad. Ábrete para vivir estos maravillosos momentos que este año 2008 te está ofreciendo para ti, para tu vida y toda la humanidad. Aprovecha esta oportunidad porque una como ésta ya no volverá a presentarse. Deja que lo que fue se aleje de ti y tu corazón, y tú, puedas volver a ser aquel ser maravillosos que siempre has sido, pero esta vez, libremente, siento el calor del amor en todo tu ser y espíritu.
La libertad consiste en ser tú, no en aparentar ser.
Que el amor y la paz sean en ti.