domingo, 15 de junio de 2008

Encarándose con los miedos

Los miedos son una de las tres fieras que el ser humano debe de encararse y hacerle frente. Es un proceso en el cual, uno libera su pasado y se muestra ante su presente y futuro con lo que sencillamente es: Él, sin máscaras ni protecciones.
Cuando te muestras ante tu presente, desnudándote de todo aquello que hasta ahora te has ido apoyando por miedo a caer y estrellarte contra el infortunio de lo desconocido, cuando dejas de lado tus muletas, pensando que no puedes avanzar sin ellas, aparece la inseguridad al pensar: “¿y ahora qué? ¿qué será de mi? ¿qué me pasará? ¿lo perderé todos?”….. y tantas otras preguntas en el silencio de tu interior, es que has abierto la puerta del camino para llegar a ser tu.
Dudas y más dudas que pueden llegar a descolocarte se manifiestan en este presente de desarmamiento.
Se ha de ser valiente para encararse con sus miedos , pero solo los valientes llegarán a ser ellos y poder vivir en la más absoluta felicidad y amor.
He conocido personas que muestran sus resistencias a dejarse ir y liberar sus miedos. Éste es uno de los grandes retos que el ser humano tiene para conectar con su espiritualidad. Todos deberán de llegar a ella, y el tiempo que se tarde dependerá de cada uno, de sus miedos, de las influencias de su pasado, de las resistencias a dejarse ir y columpiarse en los brazos del bienestar.
¿Qué es la espiritualidad? El camino del bienestar interior, y éste comporta adentrarse en el autoconocimiento, para sentir la verdadera esencia que cada uno es: Amor. Para llegar a él hemos de dejar de identificarnos con nuestro pasado con lo que nuestra mente nos dice que hemos de hacer. Hemos de pensar que el contenido de nuestra mente está basado en la limitación y las pautas mentales adquiridas cuando éramos pequeños, por lo tanto, aquello que nuestra mente nos puede ofrecer por sí sola, es básicamente limitación, subjetividad, y esto comporta dolor, sufrimiento y estancamiento. Aprender a controlar la mente es la segunda fiera que hemos de hacer frente en nuestra vida.
A medida que uno va conociéndose va perdiendo los miedos, porque se da cuenta que estas son ilusorias y solo son el fruto de la sensación de encontrarnos ante lo desconocido, la novedad, solos, y esto nos hace sentir indefensos y desprotegidos. El ser humano se ha acostumbrado ha vivir en el dolor, y entonces, inconscientemente, pedimos nuestra dosis diaria para mantenernos integrados en el mundo de la forma, de la imagen y las apariencias.
Todo es ilusión si nos basamos en los aspectos terrenales. El miedo no existe desde la visión y la actitud espiritual ante la vida. Cuando más nos aferramos en los aspectos que constantemente nuestra cultura, sociedad, e incluso la escuela de nuestra infancia o la universidad de nuestra juventud, cuando más nos identificamos en ellos, más limitados nos sentiremos como seres espirituales que somos, porque todos ellos se basan en tradiciones y contenidos transmitidos generación tras generación. ¿No creéis que la vida ha cambiado? Aquello que era, ya no es ahora. El mundo ha hecho grandes cambios, a pesar de todo, la enseñanza, la educación y la visión de la vida continua siendo la misma que hace un siglo atrás. Aquello que fue, ya no tiene lugar en el nuevo espacio de la vida. No podemos alimentarnos de los restos de comida que ayer echamos a la basura. El ser humano necesita darse cuenta quien es él realmente y no quien se piensa que es.
Hay un nuevo y mejor alimento para todo aquel que quiera alimentarse en los nuevos tiempos. Aquel que tome la decisión de adentrarse en las nuevas energías que hay actualmente en el planeta, podrá llegar a estabilizar su caminar abrazado al mayor bienestar que nunca haya podido imaginarse, pero para llegar a él, debe de dejar atrás toda resistencia y miedos. Éste es el verdadero camino de toda liberación y evolución: el no identificarse con la propia mente y no tener miedo en dar los pasos que su corazón le dicte. Cuando más nos conozcamos, más sabremos quienes somos, y más pronto nos atreveremos a dejar ir el miedo que hay en nosotros, debido al hecho de creernos todo lo que hemos llegado a escuchar y a ver en nuestro entorno desde pequeños. El mundo de la terrenalidad crea limitaciones por el hecho de creernos limitados y no estar capacitados para ser nosotros.
La tercera gran fiera que todo ser humano ha de hacer frente, es la ignorancia espiritual. Cuando más alejados de nuestra alma estemos, más sufriremos en nuestra vida, y el dolor regirá nuestros pasos. Conocernos nos permitirá ser libres y sentirnos libres. Conocernos abrirá las puertas de nuestra verdadera esencia y poder manifestarse en su máximo esplendor. Entonces, y solo entonces, serás tú. Mientras, debes de seguir un camino, y esto representa un proceso, y no todos están dispuestos, ni preparados en estos momentos, en llegar hasta el final.
No tengáis miedo a perder el miedo, y conectar con vuestro corazón que él os dirá que deberéis de hacer a cada instante para llegar a un paso más allá de vuestro andar. Hacedle caso y no temáis porque no estáis solos, a pesar que os dé esta sensación en momentos determinados. El mundo de la Luz y personas de vuestro entorno están presentes para daros la mano y poder llegar a ser vosotros.
No temáis y expresad en voz alta:
"Yo puedo, Yo Soy, Yo Soy capaz de ser yo. Libero todo aquello que ya no me sirve para crear la vida que quiero. Yo Soy una fuente de fuerza, coraje y amor, y es este amor que hay en mi que me permite crear mi absoluto bienestar según creo que debo de vivir. Yo Puedo, Yo Soy, Yo Soy Yo".

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