miércoles, 30 de abril de 2008

Conversación con el Padre


- ¿Cómo se encuentra mi hijo/a hoy?
- (Pausa) Hace un día precioso, ¿verdad?
- ¿En tu alma?
- ¡No!, mira que día hace. No hay ninguna nube. El cielo es de color azul claro y la visión es nítida. Hoy es un buen día.
- ¿Hay luz en tu alma?
- Cuando abres los ojos, miras por la ventana y ves un día como éste, piensas: “hoy es un buen día que vale la pena vivirlo.” Te da ánimos y…
- (Cortándolo) Hijo/a, deja que tu boca muestre la verdad de tu corazón. ¿De qué huyes? Tus oídos son sordos a mis palabras. ¡Soy Yo, el Padre! ¿A quien quieres engañar? Dime, ¿qué te preocupa? Háblame con el corazón.
- (Llorando) Tengo miedo.
- (Silencio) Es bueno tener miedo y reconocerlo. Tú ya lo estás haciendo, y es un primer paso para vencerlo y darte cuenta que es un temor ficticio. Estás siendo protegido y guiado por mi Luz. En tu entorno hay personas que te ayudarán en tu camino. Confía en ellas. Ábrete y los ojos de la verdad verán el amor allí donde vayas y estés.
- Tengo una especie de dualidad dentro de mí. Por un lado puedo saber esto que me dices, pero por el otro pienso: “sí, pero debo de tocar de pies al suelo y la realidad me dice que…
- (Cortándolo) Tu mente racional vuelve a traicionarte. Recuerda: Tu mente aparece de cuando en cuando, en momentos de flaqueza para hacerte tambalear y aparecer el miedo, la resistencia más poderosa al crecimiento. Sé valiente. Confía en Mi. Observa ahora el presente y deja que éste confeccione el mañana. Vive y disfruta cada día como si fuera el último. Ámate y busca en tu interior la Luz que te guía y protege. Ella te dará el bienestar y el reposo que necesitas. Búscala y estate un rato con ella cada día. Te consolará y te hará ver más claro toda tu situación. Ella te dará el alimento que necesitas.
- ¿Estás hablando de la meditación?
- Sí, así es como vosotros la denomináis. Deja que tu mente repose y escucha a tu corazón. Él es sabio. Escúchalo.
- ¿Por qué aparece el miedo? ¿Por qué tenemos miedo si nosotros no lo queremos y no nos produce ningún bien? ¿Por qué nos lo has concedido? ¿Por qué lo tenemos entre nosotros?
- Os apegáis demasiado a las cosas materiales. Ignoráis el futuro, aunque algunos de vosotros empezáis a daros cuenta de él. Lo desconocido, la oscuridad y algunas imágenes y leyendas, entre otras situaciones, os hacen desequilibrar. Os sentís solos, desamparados, pequeños e inseguros. Lo que hacéis es juntaros para tener compañía, procurando en no pensar en aquello que os es incómodo. Necesitáis a los demás para sentiros completos, protegidos y seguros. Queréis ver, ver luz para ver lo que pasa en vuestro entorno por “si alguna cosa os puede hacer daño”. Vivís en la inseguridad. Os aferráis a aspectos materiales, mundanos, para sentiros seguros. Son ataduras cada vez más fuertes. Habéis llegado a un punto que os habéis olvidado de vosotros totalmente, y vuestros valores materiales han substituido a los verdaderos valores espirituales. Lo que mostráis no sois vosotros, sino vuestras pertinencias. Cuando os desvisten de la ropa que lleváis, cuando os alejan de todo lo que poseéis y os llevan a un lugar solitario, tranquilo, sin ruidos, solo con el canto de los pájaros, o incluso, ni eso; entonces, solo entonces, os sentís “desnudos de espíritu”. No tenéis donde cogeros. Entonces salen las dudas, la inquietud, los miedos. Os sentís desamparados, solos. Os han quitado las máscaras, disfraces y cuando os mostráis tal cual sois, os negáis. Estáis acostumbrados a esconderos y ahora que estáis al descubierto, no os gusta lo que veis y sentís. Actuáis como pobres de espíritu y no sabéis valorar y daros cuenta del poder que tenéis. El miedo es la falta de Luz en vuestra vida. El miedo es no querer encararos con la verdad. El miedo es no querer conectar con vuestra Luz. La única manera de perder el miedo es encararse a él para saber qué os quiere decir, qué os está escondiendo. Las personas han olvidado de la importancia del silencio y la soledad. En vuestras sociedades, hay algunas que intentan mostrar la fuerza que tienen el silencio y la quietud en sus niños. A pesar de todo, son muy pocos los que lo enseñan. La mayoría ignoran estas palabras por no haberos encontrado vosotros mismos. Cuando más desconectados estéis de vuestra Luz, más miedos tendréis. Os han educado en el gregarismo y esto comporta la anulación del individuo. No sabéis estar solos. Os hace miedo la soledad para no querer ver como fluyen sentimientos no deseados. En vez de encararos a ellos para aprender y crecer, para vencerlos, ¡no!, les negáis su presencia y preferís ignorarlos. Os hace miedo el silencio porque las sensaciones y pensamientos que podéis tener os inquietarán. Vuestra defensa es hablar y hablar, sin saber escuchar, ya no vuestro corazón, sino tampoco a aquellos que os hablan. Os cerráis. Miedo. Miedo a encontraros con vosotros mismos. Os hace miedo la verdad. Os hace miedo encontraros y llegar a conoceros. No sabéis quienes sois y los pasos para llegar a vuestro interior pueden ser dolorosos. Os han enseñado a no insistir “por lo que realmente vale”, y cuando la vida os da un revés, como decís, os hundís y culpabilizáis a los demás. Tenéis miedo, porque de pequeños no os han enseñado a amaros, a escuchar vuestro corazón y que la mente esté a su servicio, todo lo contrario de cómo lo hacéis normalmente ahora. De pequeños os han educado con el miedo del raciocinio, del bien y el mal. La tolerancia es importante en la vida de un niño. Tenéis un cuerpo, unas limitaciones que os pueden permitir crecer. El miedo es la limitación más poderosa que os impide avanzar. El día que aprendáis de él y aprendáis a transformarlo en aprendizaje y amor hacia vosotros, aquel día podréis llegar a ser mucho más libres para adentraros hacia el centro de vuestro corazón, y encontrar en vuestra esencia, mi presencia. Vosotros y Yo somos Uno. El miedo os hace ignorar y romper los lazos que tenéis conmigo. Es entonces cuando os sentís solos y con miedos, adquiriendo bienes materiales para obtener una seguridad ficticia. Vivís engañados en un mundo material e irreal. Desprendeos de vuestras máscaras sociales y de vuestras vestimentas. Cuando os deis cuenta de quienes sois realmente, empezaréis a predisponeros a perder el miedo. El Padre siempre os acogerá y protegerá. No tengáis miedo.
- (Silencio)
- (Haciéndote una sonrisa:) No tengas miedo. Pronto todo acabará. Tu final está cerca. Todo saldrá bien. Continúa, y sepas que las personas de tu entorno te ayudarán a llevar a término tu Plan Divino. (Silencio). Estoy contento de ti. Eres importante para Mí y muy valioso para las personas de tu mundo. Ves, y sigue tu camino. Sé paciente y confía. Nosotros estamos contigo. Eres amado/a por el Padre y el mundo de la Luz. Sé tú en todo momento y verás como los resultados obtenidos del aprendizaje de tu nueva actitud te harán perder los temores para llegar a ser tu, para llegar a Mí.
- (Silencio)
- Hijo/a, todo va bien. El Padre está en ti. Deja que el cambio de estación que se acerca regenere tu esencia y te permita mostrar al verdadero ser que hay en ti. Ahora tienes una nueva oportunidad para ser tú. ¡Aprovéchala! Adelante, sé tú y deja que todo suceda según mi Voluntad. Recuerda: todo va bien y estás siendo conducido hacia tu mayor bien.
- Gracias Padre. Amén. Que tu amor pueda sentirlo en mí tranquilizando mi espíritu.
- Recuerda: sé tú, y me sentirás dentro de ti.

domingo, 27 de abril de 2008

El Ciclo Final

Amados lectores, las palabras que hoy leeréis tienen que ver con el proceso que nos encontramos la humanidad en este principio de siglo, y sus consecuencias de cara hacia donde se dirige el planeta Tierra y todos los que lo habitamos.
De alguna manera, el ciclo se repite. En los tiempos actuales se está viviendo una situación que ya se vivió hace unos dos mil años atrás. En estos momentos donde todo parece revolucionarse y el mundo agitarse representa la manifestación de lo que ha de ser. Todo tiene un sentido espiritual, siguiendo un Plan Divino para el mayor bien del universo. ¡No os podéis imaginar hasta que punto! Estos mismos instantes son claves para la resolución de vuestro amado planeta y todo aquel que lo habita.
Parece que el ciclo se repite, pero esta vez, para dar luz a una nueva vida de esperanzas, amor y sanación. La tierra se resiente, así como el corazón del ser humano, y sino, preguntaros: ¿por qué vivo lo que estoy viviendo, sintiendo esta inquietud en mi? Parece como si todo se acelerara y te sintieras como si algo tuviera que ocurrir. Es como estar a las puertas de un gran acontecimiento pero no sabes en qué consistirá ni de qué manera. El mundo se revuelve y las noticias cada vez nos hablan más de la oscuridad del ser humano: muertes, asesinatos, mafias, violencia doméstica, insultos,… Todo parece ir en contra de lo que el ser humano en el fondo espera que vaya, pero querido humano, tú que estás leyendo estas palabras, a ti te digo: nada es lo que parece.
Algo grande va a suceder, y seres de vuestro planeta ya os lo advirtieron y lo están haciendo en estos momentos: nos encontramos a las puertas del fin de un ciclo, donde éste concluirá en el 2012 para dar lugar a una nueva etapa en el proceso evolutivo de todas las almas que sigamos viviendo en este maravilloso planeta denominado Tierra.
Antes he dicho que el ciclo se repite. ¿Sabéis por qué? Nos encontramos en unos momentos claves en la historia de nuestro mundo irrepetible. Vivís unos instantes de emoción que nunca más volveréis a vivir. Son momentos de gran emoción. Nos dirigimos hacia el final de un ciclo anunciado hace mucho tiempo, y que, en su momento, el maestro Jesús anunció: “ahora me voy, pero volveré. No me veréis como ahora, en la carne, sino que volveré y aquellos que me busquen, me encontrarán y sentirán mi espíritu en ellos”.
En su momento Juan, el Bautista, anunció su venida al mundo. Sabía el acontecimiento esperado. Pregonaba su aparición, conociendo la repercusión e importancia para el planeta. Su iluminación le impulsó a crear el camino para que el Maestro Jesús, Jesucristo, se presentase ante el mundo llevando a término lo que debía de realizar. Con su presencia, alisó el camino para aquellos que querían llegar a ellos mismos, abriendo sus corazones y haciendo que cada alma dispuesta pudiera sanar y sentir a Dios, este Dios que cada uno lleva dentro, para así, liberarse de las penurias y limitaciones debido a la terrenalidad que el ser humano vivía. El ciclo se repite.
Nos encontramos a las puertas de la manifestación de un gran cambio planetario de una gran repercusión universal, y todo esto, procedente de nuestro pequeño planeta Tierra situado en una de tantas galaxias del firmamento. Son tiempos de nuevos “Juan Bautista”, que anuncian una nueva oportunidad de sanación y salvación para el ser humano. El mundo tiene esperanzas y una salida para dejar atrás sus limitaciones y amarguras. Ha llegado la hora de prepararse para recibir una nueva vida de ilusiones, paz y amor. El ser humano se dirige hacia una nueva manera de vivir más en acorde con su verdadera naturaleza amorosa. No os desaniméis porque pronto vuestra vida dará un giro completo. A todos aquellos que abráis vuestro corazón y confiéis que es posible una nueva manera de vivir, a todos vosotros os digo: ¡adelante, no os desaniméis porqué el fin ya se encuentra cerca!. Liberad vuestros miedos porque encontraréis la fortaleza en vuestro interior. Escuchad la voz de vuestro corazón que él os indicará el camino a seguir. Confiad en vuestra bondad y vuestro amor, él os hará fuertes. Aquellos que se encuentren a vuestro lado y no quieran cambiar, veréis como el dolor les irá corroyendo cada vez más. Muchos se alejarán de vosotros. Dejarlos ir, porqué una nueva vida estará apareciendo ante vosotros. Sed fuertes y no cedáis vuestro poder porque vosotros sois seres completos, ilimitados y enteros. Sed vosotros y no temáis por vuestra situación. Vuestro entorno quizás se hunda, pero confiad y buscad la serenidad y la calma en vuestro interior.
Son momentos de preparación para lo que ha de venir. Estad preparados porqué sólo lo mejor podéis esperar. Abriros porque una nueva vida está ante vosotros para que crucéis la puerta y empecéis a andar desde el corazón, sintiendo el amor en cada paso dado hacia vuestra integridad.
El ciclo se repite, pero esta vez, será el ciclo final. Cuando éste llegue, 2012, una nueva vida se abrirá ante vosotros, llena de amor, paz y esperanzas. Vuestro potencial espiritual podrá ser manifestado y vuestra vida vibrará de alegría y gozo. Encontraréis sentido a vuestra existencial actual, y dejaréis de preocuparos por lo que pueda venir, porqué os daréis cuenta que los momentos más importantes serán los que estéis viviendo en aquellos instantes. El cambio comportará otros aspectos que no querría desvelaros ahora, porque el factor sorpresa de encontrarse con ellos será maravilloso. Cada uno verá los cambios que necesite en su vida, y por eso os anuncio que nos encontramos al final del ciclo hacia la plenitud del ser humano. Preparaos y no bajéis la guardia, porque los esfuerzos que podáis realizar en el presente habrán valido la pena realizarlos. Los resultados que obtendréis serán inimaginables para vosotros en estos momentos.
Nos dirigimos hacia el fin de una manera de vivir donde la felicidad es posible, y no tan solo para unos cuantos, sino para todo aquél que exprese su intencionalidad que así sea.
La energía crística se encuentra entre nosotros, y ésta, abre las puertas de nuestra plena realización y sanación. Abre tu corazón y empieza a escuchar lo que él te dicta. Sigue “tus corazonadas”, porque ellas te llevarán al ser más maravilloso que nunca hayas podido conocer: Tú.
Sólo siendo tú llegarás a sentir el amor puro e incondicional del verdadero sentido de tu existencia en este mundo, procedente de Dios.
Una nueva vida te está esperando para que puedas mostrar al verdadero ser que eres.
Que tengas la fortaleza necesaria para dar los pasos que tengas que dar, y que el Amor y la Paz sean en ti.

miércoles, 23 de abril de 2008

La hora del corazón

Nos encontramos en tiempos de grandes cambios, en medio de aguas bravas donde la inercia de su caudal nos empuja río abajo. Cogeos fuerte y dejaos llevar. No pongáis resistencias a lo que es. No tengáis miedo porque el proceso os llevará a la conexión con vosotros mismos.
Vivimos tiempos donde la humanidad parece no evolucionar, como si todo fuera hacia atrás. Parece un caos. En estos momentos parad y escuchad vuestro corazón. Sentidlo. ¿Cómo está?
Debido a la incomprensión de lo que sucede nos da la sensación de estar, a menudo, en un camino no deseado. Escuchad a vuestro corazón, ¿qué os dice? ¿Qué no lo oís? Respirad y calmaos, y cuando más tranquilos os encontréis, más sabréis que lo que está sucediendo tiene que ver con la sanación del planeta y la humanidad. Algunos de vosotros ya sabéis que nada es lo que parece. Vuestra visión humana de la vida obstaculiza la visión clara del por qué de todo. Cuando más vayáis a vuestro interior, más sabréis de vuestra serenidad y sabiduría. Vuestro corazón os hablará y os daréis cuenta que vale la pena pasar por los momentos que nos encontramos ahora.
No tengáis miedo. Lo desconocido os asusta, pero yo os digo: sentid el amor que hay detrás de cada supuesta adversidad. Vuestro corazón os hablará de los momentos presentes y de vuestro papel en este proceso. No temáis, porque cuando es de noche, la claridad del próximo día está a la espera para mostrarse. Un nuevo día despuntará en el horizonte y la Luz que abrazará los resultados del cambio os permitirá abrir vuestros corazones y mentes.
Una nueva conciencia se está instalando en nosotros. Ves a tu interior y te darás cuenta de su potencial.
Ha llegado la hora que los corazones tomen un papel relevante en nuestras vidas. Escuchémoslos que ellos nos guiarán. Es igual que oficio tengamos, lo mejor para nosotros está esperando ser presentado, sólo con nuestra intencionalidad.
Ha llegado la hora de dejar de sufrir, de esforzarnos y quedarnos a medias. No tengáis miedo y mostrad vuestra verdadera esencia. ¿Qué os dice vuestro corazón?¿qué habéis de hacer?¿cómo es, pues, que no hacéis aquello que sentís que debéis de hacer? No tengáis miedo. El mundo de la Luz está con vosotros y el Amor del Padre os abraza en cada instante de indecisión.
Dejad que vuestro entorno os vea tal como sois. Él necesita de vuestra integridad para continuar avanzando. El mundo necesita de vuestra verdadera naturaleza. Todos estamos unidos por los corazones, por la esencia de la espiritualidad. Lo que hacéis ahora, muchas personas quedan influenciadas por la energía desprendida. ¿Qué estáis desprendiendo? Aquello que no es amor, son los miedos de vuestro pasado en el presente.
Escuchad a vuestro corazón para daros cuenta de quienes sois y del potencial amoroso que tenéis. No sois quienes os pensáis que sois. Nada es lo que parece.
¿Todavía no escuchas a tu corazón?

domingo, 20 de abril de 2008

La Luz de las Palabras (6)

"No se puede enseñar nada a un hombre; sólo se le puede ayudar a recordar y a encontrar las respuestas que ya alberga en su interior."

Que paseis una feliz semana y que el Amor y la Paz sean en vosotros.

miércoles, 16 de abril de 2008

No es un problema,... es un aprendizaje

Una vez oí un comentario de un vecino, en relación a otro que se encontraba en una silla de ruedas y vivía como un vegetal. Dijo:
- Esto sí que es un problema (el hecho de tener un hijo así), y no el ir a un psicólogo, el autoestima,……(y empezó a decir otros aspectos similares).
- No es un problema,….es un aprendizaje – le respondí.
Las situaciones que vivimos son como una caja que dentro contiene un regalo. A menudo elegimos según el envoltorio, la caja, y entonces decimos: “un envoltorio así debe de contener un buen regalo”, o bien, “un envoltorio así no debe de contener nunca un buen regalo”.
Las opiniones, a menudo se basan en la apariencia, olvidándonos de su contenido. Nos creamos una opinión según la forma, pero olvidamos que la forma solo es el envoltorio de un gran regalo, “sobre todo si éste no tiene una buena forma”. No siempre lo que vemos es lo que es. Nada es lo que parece.
La cultura en la cual vivimos acostumbra a tomar decisiones según la imagen, la apariencia que decidimos crear o elegir.
Las situaciones que, si nos preguntásemos diríamos que no, pero que nos toca vivir por las diferentes circunstancias de la vida, no son lo que parecen. Imaginémonos que hemos de llegar a la cima de una montaña. Hay diferentes caminos, unos más despejados, más anchos, más limpios y más directos que otros. Todos llevan a la cima. A menudo elegimos el que parece menos dificultoso y con menos obstáculos. Resulta que, a medida que vamos subiendo, el camino se va complicando, estriñendo, y empezando a aparecer piedras y ramas en medio de él y no nos toca más remedio que irlos sorteando. El camino no es lo que parecía
Imaginémonos ahora, uno que ha elegido el camino más estrecho y con ramas que obstruían el camino. Resulta que éste es directo a la cima y a medida que se va adentrando en él, se va ensanchando y esclareciendo.
¿A qué conclusión llegarían los diferentes participantes a la subida hasta la cima?
- El camino no parecía lo que era.
- ¿Qué has aprendido de tu elección? – le preguntaríamos a cada uno.
Unos dirían que: otra vez elegiré uno que no parezca tan claro, aparentemente. Otros responderían que: aquello que parece, no es. Otros se quejarían y murmullarían a regañadientes.
Las cosas no son lo que parecen, y nuestra actitud ante el hecho lo que nos permitirá ser felices o no. Ante cualquier “supuesta adversidad o situación no querida ante la vida”, debéis de pensar que nos aporta un contenido aleccionador, que depende de cada uno, será uno u otro. Cada uno vive aquello que necesita vivir para aprender de la vida y poder evolucionar su alma. Como seres humanos que vivimos adormecidos ante la Verdad debido a la visión terrenal que tenemos de la vida, nos impide ver claro aquello que vivimos. Estos hechos que nos han tocado vivir, si fuésemos más allá del envoltorio, de la forma, nos daríamos cuenta del regalo que la vida nos ha dado. Preguntémonos entonces: ¿de qué manera nos ha cambiado? ¿Qué hemos aprendido a consecuencia de esta situación? ¿De qué manera me ha hecho ser más humano (aunque deberíamos de decir: ¿me ha hecho despertar el corazón y me ha llevado a un grado de estima más alto?) ¿Qué visión de la vida me ha permitido darme cuenta debido a la situación vivida? ¿Qué es lo que ahora valoro y no valoraba antes?
La sorpresa será que, aquellos que realmente hayan querido aceptar el hecho y querer aprender de lo que han o están viviendo, las respuestas más comunes habrán sido, según la situación: a) aceptar más a aquellos que no son como nosotros, b) aprender a amar de una manera más incondicional, c) darnos cuenta de nuestros miedos, d) saber que yo sí que puedo, por más adversa que sea la situación, e) aprender a confiar más en los demás, f) no pensar tanto en mi, g) ser concientes de los pensamientos negativos que tengo normalmente, h) haber de tener fuerzas y esperanzas para no deprimirme, i) ….
De una manera u otra, las situaciones vividas, no queridas voluntariamente, nos hacen conectar más con nuestra verdadera esencia. Es igual lo que vivamos, lo importante es nuestra actitud ante el hecho.
Más allá de la forma, hay un contenido aleccionador, un aprendizaje a hacer. Si no necesitásemos “este aprendizaje”, viviríamos otro, porque nuestra alma necesita evolucionar. Por eso vivimos lo que vivimos y cuando lo vivimos. Según el proceso evolutivo de cada uno, necesitamos unas experiencias u otras, pero todos necesitamos continuar nuestro camino de evolución espiritual. Se crea o no, somos seres espirituales dentro de un cuerpo, y esta apariencia física nos permite dar pasos hacia nuestro crecimiento.
No hay nada porque sí. Todo tiene un sentido desde la espiritualidad. Aquello que vivimos solo es un regalo, sí, un REGALO que nosotros mismos nos hemos hecho para dar el siguiente paso hacia el amor puro e incondicional, el amor en su estado más puro, decirle Dios, el Padre, o el nombre que le queráis llamar. Somos seres espirituales, y cuando más seamos nosotros, más amorosos nos convertiremos y más avanzaremos hacia nuestro camino espiritual.
Nada es lo que parece.
Demos pasos para conocernos, y cuando más demos, más despertaremos nuestra conciencia, y por lo tanto, más entenderemos la vida que vivimos y el por qué de todo.
Aquello que vemos solo es fruto de nuestras creencias. Las limitaciones y “problemas” solo es una consecuencia de nuestra somnolencia espiritual. Conozcámonos y veremos que todo está en perfecto orden y que aquello que vivimos solo es un paso más, un escalón más para llegar a conectar con nuestra verdadera esencia.
Nada es lo que parece, y aquello que nos pensamos que es, en el fondo, solo es el Amor del Padre manifestándose para nuestro mayor bien.

domingo, 13 de abril de 2008

Palabras desde vuestra morada

Amado/a hijo/a:


Actuáis según las palabras oídas que salen de vuestras bocas. Que los sonidos articulados estén en consonancia con lo que hacéis. Las palabras que pronunciáis os marcan el camino a seguir. Os encontráis en una Nueva Era, y cada acto, cada manifestación que expresáis en estos tiempos riegan el futuro que queréis para vosotros.
Vuestras palabras llevan la fuerza de la creación. Según las hacéis servir, vuestra cualidad así será. Vigilad lo que decís porqué permitiréis integraros o alejaros de los nuevos tiempos. Aquel que no acepte las nuevas energías, se encontrará desconcertado por los tiempos vividos. La Nueva Era os permitirá ser vosotros en plenitud. El dolor irá menguando, llegando a desaparecer. Vuestra visión se extenderá más allá de la forma y veréis la Verdad de vuestra existencia.
Que vuestros actos sean uno con vuestras palabras, y que éstas sean una manifestación del amor. El amor es el protagonista, como diríais, de la nueva etapa que habéis empezado con el cambio del milenio.
Ahora tenéis la oportunidad de hacer servir aquellos elementos que se os concedieron en el nacimiento de vuestra vida actual. Ha llegado la hora de dejar que el amor se manifieste a través de ellos. Dejad que vuestro corazón os guíe, os hable, y escuchadlo, porqué sin él, esta energía amorosa, diferente a la de vuestro pasado, no os podrá dar aquello que os pertenece por naturaleza.
Os encontráis en tiempos de reafirmación y sanación, por esto, algunos de vosotros os podéis sentir presionados, solos, viendo el alejamiento de toda posesión material. Alegraos porqué son tiempos de resurrección para aquellos de vosotros que hayáis decidido integrar la nueva energía en vuestra vida. Para algunos no os será fácil, pero Yo os digo: no os desaniméis, porque todo aquello que realizáis desde el corazón está abriendo las puertas de vuestra plenitud y voluntad.
Controlad las palabras y actuad con amor. Aquello que hacéis desde el corazón la vida os recompensará con las abundantes bendiciones que os tiene preparadas. Cuando más seáis vosotros, más abriréis las puertas de vuestra magnificencia y bienestar. La prosperidad está en vosotros, y ya ha finalizado el tiempo de ir detrás de ella. Sed vosotros y ella os vendrá con creces, viviendo en la abundancia.
Liberaros del viejo ser que hay en vosotros porque una nueva energía os permitirá emerger de vuestra somnolencia y despertaréis a la Luz, al Amor del Padre, sintiéndolo en vuestro corazón.
Vuestras palabras y actos son espadas que cortarán la cuerda de los apegos con el pasado para llegar a atravesar el puente hacia la Nueva Era. El Padre y el mundo de la Luz está con vosotros. No temáis y dejad que el corazón tome el protagonismo que ha de tener en las nuevas energías.
Hablad con el corazón, sin miedos.
Actuad desde el amor, sin miedos.
Dejad que todo suceda, sin miedos.
El gran cambio está aquí en vosotros. No temáis dar el primer paso para liberar todo aquello que vuestra mente ya no necesita aferrarse. Permitid que vuestro espíritu se libere y pueda manifestarse desde el amor, desde vuestro corazón, la palabra de vuestra familia espiritual que siempre hemos estado con vosotros, y que debido a vuestros temores no os habéis dado cuenta de nuestras presencias.
Estamos aquí con vosotros, no temáis y permitid que la Voluntad del Padre se lleve a término si decidís cruzar el puente hacia la Nueva Era. Fluid y no temáis por lo que penséis que os pueda llegar a pasar. Lo peor en vuestras vidas ya lo habéis vivido. Confiad y adaptaros a los nuevos tiempos. Abriros y no os dejéis encandilar por el mundo de la forma. Ésta pertenece a vuestro pasado, a un mundo ilusorio lleno de propuestas ficticias ofrecidas para atraer vuestra atención, pero este afán por atraeros está perdiendo fuerza, y él lo sabe. Las viejas energías se dan cuenta que ya no tienen el poder que tenían anteriormente con vosotros. ¿Qué está pasando? Sencillamente, amado ser humano, estás dejando tu condición humana y permitiendo que tu divinidad se manifieste, … y tu pasado esto lo sabe.
Por esto, bienvenido/a a una nueva vida llena de bienestar, amor, paz y sanación. Éstas, son solo, algunas de las características de la Nueva Era.
Deja atrás tus miedos y habla, actúa y fluye sintiendo la conexión con tu corazón. Él te indicará el camino a seguir.
Estás siendo llevado hacia tu plena manifestación, trabajador/a de la Luz, hacia una nueva dimensión.
Nosotros estamos contigo.

viernes, 11 de abril de 2008

La Sanación

Las personas, cuando ven que en su cuerpo o en su interior aparece un malestar, buscan en su entorno a alguien que les pueda ayudar a liberar estos síntomas físicos, emocionales o mentales que los inestabiliza en su vida.
Cuando se produce una alteración de la naturalidad y armonía cotidiana, hay que hacer algo para volver al estado de equilibrio que debe de predominar en el ser humano. Hay quien busca en su entorno a alguien que le extraiga el mal que manifiesta. La gente puede ir al médico, al psicólogo, psiquiatra o algún que otro terapeuta alternativo a la medicina convencional.
Al sentarse en la silla de su despacho o camilla, la persona pasa toda la responsabilidad a la otra persona para que “le libere” de aquello que él ha creado. A menudo sucede que, con las sesiones o el medicamento no acaba de sentirse bien del todo, o que, al cabo de un tiempo vuelve a aparecer el síntoma, incluso más intensificado. ¿Qué está pasando? ¿Por qué el ser humano no acaba de sentirse bien después de ir a alguien para que le ayude?
Siempre se busca hacia fuera, en los círculos más próximos a uno, para encontrar el remedio, y así, sentirnos bien. Procuramos ir a los profesionales de más renombre, a menudo, porque dan garantías, pero en el fondo, con el tiempo, te das cuenta que estás yendo a él constantemente, creando una dependencia con aquel ser, y todo y así, uno no acaba de sentirse bien.
Es bueno querer estar bien y sanar, pero el ser humano está mirando hacia la dirección equivocada. Mira hacia fuera, buscando a alguien de su entorno, cuando lo que debe de hacer, es mirar hacia su interior. Dentro de él se encuentra la medicina que tanto busca. Los resultados los obtendrá yendo a su interior. Si no sabe como hacerlo, puede contactar con alguien para que le ayude, pero debería de ser temporalmente. Es la persona que tiene que poner de sí misma para sanar. La sanación siempre es de DENTRO a FUERA, nunca al revés. Uno es responsable de su vida, y al igual que ha creado el malestar, él puede hacerlo desaparecer, pero para eso, deberá de ir a su interior, aprender a amarse, y entonces, conseguirá que el síntoma de malestar pueda desaparecer.
Un terapeuta podrá equilibrarlo temporalmente, y lo que debe de hacer “el paciente”, es hacer servir este período de bienestar temporal par dar los pasos necesarios de cara a la sanación. Si la persona continua exactamente igual como antes de la visita al médico o quien sea, significa que no está haciendo nada para él, y como es él quien ha de vivir con él mismo el resto de su vida, continuará creándose malestar debido a sus hábitos, pensamientos, actitudes y creencias ante la vida.
Para sanar es necesario que uno se responsabilice de su vida, y empiece a dar pasos hacia su interior. Recordad: la sanación siempre se produce de DENTRO a FUERA, no de fuera a dentro. Si esperáis que “el de fuera os arregle la vida”, ésta irá empeorando como una bola de nieve que se va haciendo más grande cada vez. Debéis de frenarla a tiempo.
Cada uno es su propio sanador. El ser humano tiene unas capacidades ilimitadas para crear. Si lo hace positiva y amorosamente, manifestará bienestar en su vida, sino, solo creará problemas y dolor en ella.
Tu eres tu propio sanador. La vida depende de ti, no de los demás. Tu eres un ser creador, tanto de bienestar como de malestar. La cualidad de vida depende exclusivamente de ti, de nadie más.
He conocido a personas que me han venido, y luego, a la tercera sesión, han dejado de venir porqué ellos debían de poner de su parte. Habían de aportar la parte que les correspondía,…. y no todos están dispuestos a hacerlo. Hay gente que, aunque parezca mentira, sólo quieren mejorar, no sanar del todo.
Los sanadores equilibran para crear un espacio de tiempo para que la persona pueda hacer los cambios que necesite en su vida, sino, no hay ninguna persona que pueda hacer desparecer el malestar que uno pueda llegar a tener.
La sanació es cosa de dos, no de uno, y menos, del otro.
La sanación depende de ti, porque tú en el fondo, eres Amor y llevas a Dios dentro de ti. Deja que se manifieste.